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Este fue uno de los temas que se abordaron en el panel 'Pronóstico de crecimiento económico' del llevado a cabo en el marco del foro '¿Hacía dónde crece Colombia?'
Con un contexto dinámico y un país donde se presenta una reforma tributaria cada 22 meses, es la primera vez que un proyecto de ley de este tipo se presenta 24 horas después de la posesión de un nuevo Gobierno. Ante el mensaje de urgencia con el que se presentará ante el legislativo, ¿se podría esperar que la reforma golpeé ese crecimiento que se está experimentando en el país?
Esa fue una de las preguntas que se abordaron en el panel 'Pronóstico de crecimiento económico' del llevado a cabo en el marco del foro '¿Hacía dónde crece Colombia?'. Allí, Daniel Santiago Wills, vicepresidente técnico de Asofondos; Arturo García, presidente de la juta directiva de econometría y José Ignacio López, director ejecutivo de investigaciones económicas de Corficolombiana, analizaron el comportamiento que se espera de la economía colombiana en lo que queda del año y durante el próximo.
Si bien la economía podría crecer algo cercano a 7%, o incluso más, según López, ya se puede prever un proceso de normalización en esta materia. Y a pesar de que la reforma tributaria se haya radicado de forma temprana -lo que puede ser buena noticia-, puede que su mensaje de urgencia se convierta en ese contraste.
"Es una característica que no gusta tanto. Más que todo por la falta de debate que este mensaje podría traer consigo. Lo ideal habría sido que se discutiera durante todo el semestre, aunque los motivos son entendibles", dijo López.
Desde la perspectiva de García, la reforma tributaria "va en una dirección correcta". Y, a pesar de tener elementos que van en contra de la inversión, el ahorro y crecimiento, en general es una reforma "semiestructural que cuenta con elementos importantes para la progresividad, pues la tributación va de forma directa a las fuentes de ingresos".
Para Wills, en cambio, el país se convertiría en un caso único en el mundo. El rebalanceo que plantea la reforma, según él, "dejó tarifas altas a las empresas, incluso cuando la última subió su gravamen a 35%". En ningún otro lado, agregó, se ve esa paridad entre personas naturales y jurídicas.
Estas variables macroeconómicas, según los panelistas, ajustarán la parte productiva. El cambio de gobierno y con él un modelo de desarrollo distinto van a generar prudencia entre las empresas e inversionistas mientras se conoce qué va a pasar con el texto final.
"Entre más rápido salga la reforma, mejor va a ser. El diablo va a estar en la transición de ciertas políticas como la de los hidrocarburos. La reforma podría afectar este aspecto fuertemente y ese es el motor de crecimiento de la economía, por ejemplo", dijo López.
El gasto del recaudo definirá el rol en el crecimiento
¿Se podría esperar que la tributaria golpeé ese crecimiento que se está experimentando en el país?. Esa fue una de las preguntas que orientaron el panel ‘Pronóstico de crecimiento económico’ del llevado a cabo en el marco del foro ‘¿Hacia dónde crece Colombia?’.
Allí, Daniel Santiago Wills, vicepresidente técnico de Asofondos; Arturo García, presidente de la junta directiva de Econometría y José Ignacio López, director ejecutivo de investigaciones económicas de Corficolombiana, analizaron el comportamiento que se espera de la economía colombiana en lo que queda del año y durante el próximo.
Con la palabra preferida por los economistas, como dijo Wills, todo dependerá porque aún no se sabe específicamente en qué se van a gastar los recursos que se recojan. “Si bien los impuestos desaceleran la economía, gastarla la acelera”, dijo García.
“Las ‘platas grandes’, traen los ‘efectos grandes’ y estas están en las personas jurídicas”, afirmó Wills. El fin de las exenciones y otras figuras, van a convertir al país en el único que con su rebalanceo “dejará en una paridad entre personas naturales y jurídicas”.
A pesar que los panelistas coincidieron en que la desaceleración mundial va a afectar al país en el corto plazo, en la medida que los recursos conseguidos con la reforma consoliden las cuentas fiscales, podrían ayudar a un crecimiento mayor en el largo plazo.
Según José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda, el déficit fiscal del país podría alcanzar 8% del PIB. “Si con la reforma se va a buscar 1,23% puntos del PIB, no se puede decir que estamos holgados financieramente y por eso se debe ser estratégicos en el gasto de lo que se consiga”, dijo Wills.
El país, según los participantes del panel, podría terminar el año con un crecimiento cercano a 7%, pero con una inflación de 10% según López. Y si bien la economía está andando con impulso, esta “se enfrentará más a temas que la frenan como la inflación y la tasa de interés”.
La tasa de cambio, por su parte, seguirá viéndose al alza por los vientos de recesión y, a pesar de que será un año en el que se crecerá 6% u 8%, será un segundo semestre menos robusto con vistas de un crecimiento entre 1,5% y 3,5% en 2023.
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