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Suponiendo que los precios y la TRM se mantienen estables, cada mes se irían recuperando $105.000 millones adicionales hasta lograr $630.000 millones para noviembre
Mayo inició con el anuncio de nuevas alzas en el precio de la gasolina. La Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) tomó la decisión de aumentar los precios a nivel nacional en $600 por galón.
El incremento empezó a regir a partir de ayer y cabe resaltar que el precio del Acpm se mantiene estable en $9.065 por galón. Estas medidas pretenden disminuir impacto fiscal en el Gobierno nacional por la dinámica de los precios internacionales de los refinados, los cuales se ubican por encima del precio del combustible en el país.
Es importante resaltar que, incluyendo este ajuste, Colombia sigue teniendo uno de los precios de la gasolina y del diésel más baratos de América Latina debido a la operación del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepc), el cual ha mitigado la presión inflacionaria de los incrementos de los precios del petróleo y sus derivados en los últimos meses.
Esto porque, en el caso de no haber contado con la operación del Fepc, en lo corrido de 2023, el precio de la gasolina motor corriente se hubiera ubicado, en promedio, en más de $4.700 por encima del precio de venta promedio vigente por galón. Es decir, actualmente se tiene un déficit de $4.700 por galón frente al precio internacional. En diésel es de $8.800.
Sobre el cruce de cuentas con el Fepc para cerrar dicho déficit, Julio César Vera, presidente de Fundación Xua Energy, explicó que “suponiendo que los precios y la TRM se mantienen estables, cada mes se irán recuperando $105.000 millones adicionales, es decir $105.000 millones en junio, $210.000 millones en julio, y así hasta en noviembre completar los $630.000 millones”.
Así, aseguró Vera, el precio quedaría nivelado, pero se tendrá que ir monitoreando el precio mes a mes para ver cómo se comporta por las otras variables. De esta manera, por cada $500 más cerca del precio internacional, son $93.000 millones mensuales, aproximadamente, que se ahorra el Fondo.
Sin embargo, el experto destacó que si no se incrementa el diésel, no habría nada que hacer, porque “cada mes seguiría aumentando el déficit. Pero sin tener en cuenta lo del diésel, con un ajuste de $500 pesos de más cada mes, se necesitarán 21 meses para cubrir los casi $20 billones que deben tener entre lo pendiente de 2022 y lo acumulado de 2023”.
Es importante resaltar que mensualmente se irían sumando $1,2 billones de déficit por el diésel. Por su lado, Andrés Velasco, director técnico del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf), comentó que el momento de cierre de la brecha de precios depende de a qué ritmo y el monto con el que se hagan los incrementos.
“El diferencial de precios entre el precio de referencia y el precio regulado es de aproximadamente $4.500. Si se continua incrementando el precio de la gasolina en $450 mensuales, se terminaría cerrando la brecha en 10 meses”.
Sobre cuándo se terminaría pagando, Velasco señaló que, “lo que se causó en 2022 se va a terminar pagando este año, y lo que se cause en 2023 se terminará pagando en 2024”. Y precisamente el déficit que se está acumulando este año responde a la existencia del diferencial.
“Para bajar la presión en el aumento de los precios se podría modernizar la refinería en Barrancabermeja para lograr atender la demanda interna de gasolina”.
“Sin tener en cuenta lo del diésel, con un ajuste de $500 de más, para cubrir los casi $20 billones que deben tener entre lo pendiente de 2022 y 2023, se tardarían 21 meses”.
En ese sentido, el experto señaló que no hay otras medidas para cerrar el déficit además del incremento de precios. “Lo único que se puede hacer es ajustar el precio regulado hacia arriba para que se iguale al precio internacional”. Tener el precio por debajo implica que el Gobierno Nacional esté pagando dicho diferencial.
En esa misma línea, Diego Palencia, vicepresidente de investigación y estrategia de Solidus Capital Banca de Inversión, dijo que el precio internacional está cercano a $15.000 y el país aún está muy lejos de alcanzarlo. Con ese panorama, hay que tener en cuenta que “la probabilidad de reducción de precios internacionales de la gasolina es bajo, por tanto, todo 2023 seguirá subiendo y cerrando brecha, esto generará mayores presiones a la inflación”.
En contraste a esta visión, Carlos Martínez, politólogo de la Universidad del Norte, señaló que se deberían de considerar otras vías como desligar el precio del combustible la de los precios internacionales, de manera que ahora se fije teniendo en cuenta el costo real de producción en el país.
Martínez aseguró además que la modernización de la refinería de Barrancabermeja, podría ser una opción para atender la totalidad de la demanda interna de gasolina. Así, considera que podría dejar de presionarse al alza los precios de los combustibles.
“No se le restaría competitividad al aparato productivo nacional ni a las empresas colombianas. Tampoco se generarían mayores presiones al alza sobre el costo de vida de los colombianos, en un contexto de crisis de inflación, como el vivido en el último año”.
Pese a las opiniones encontradas de los analistas consultados, parece haber un consenso en el impacto que el incremento va a tener en la inflación para mayo pues “un aumento de 10% en el precio del ingreso al productor de la gasolina tiene un efecto en inflación de 0,6% “, según Vera.
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