Con la pandemia se duplicó la tasa de repitencia entre los estudiantes a nivel local

El aumento en el número de repitentes a nivel nacional creció a doble dígito de 2019 a 2020. Aunque se trata de periodos lejanos es el primer monitoreo del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana (LEE) que demostró que para antes de la pandemia tenían que repetir 203.010 estudiantes, mientras que para 2020 esta cifra aumentó a 491.222, lo que ven como casi el doble de reportes negativos.

La repitencia es uno de los indicadores más importantes para medir el nivel de educación porque demuestra si los estudiantes están preparados para ser promovidos hacia el siguiente año. “En la medida en la que más alumnos no son promovidos quiere decir que hay un deterioro en la educación que ellos están recibiendo”, aseguró Gloria Bernal, codirectora del LEE.

A raíz del covid-19 muchos estudiantes dejaron de recibir clases porque tenían limitaciones de conectividad a internet o el mismo colegio tenía estas barreras y eso hace que no hayan podido seguir con sus clases. “En el momento de la pandemia, 65% de los estudiantes de colegios oficiales no contaban con internet o dispositivos para recibir las clases”, aseguró Bernal. Y aunque este porcentaje ha disminuido fue un factor fundamental para que la tasa de repitencia aumentara drásticamente en 2020. “Debido a esto se dieron rompimientos importantes de la continuidad de las clases”.

Bernal también aseguró que muchos colegios al finalizar 2020 decidieron hacer promoción automática, “sin saber si los chicos estaban o no en los niveles educativos esperados, entonces esta tasa de repitencia hubiera podido ser más alta si se hubieran hecho procesos rigurosos”, dijo la codirectora.

También explicaron que, aunque algunos colegios pudieron continuar con sus clases, la virtualidad perjudicó los procesos y, en algunos casos, la educación se deterioró, provocando mayores pérdidas de años. “Todo esto se concentró especialmente en los estudiantes de bajos recursos porque fueron los que tuvieron más limitaciones para poder seguir sus procesos educativos durante la pandemia”, aseguró la codirectora.

La repitencia está establecida como una medida que busca nivelar los conocimientos que deberían adquirir los estudiantes en cada grado de la educación básica. Sin embargo, cuando las tasas son tan altas generan ineficiencias muy grandes para el sistema educativo. Según el estudio implican pérdidas en años de la vida productiva de los individuos y representa la incapacidad del sistema educativo en adaptarse a las necesidades de formación de los estudios.

“A nivel nacional, antes de la pandemia, dos de cada 100 estudiantes repetía el año. En 2020 fueron hasta cerca de seis de cada 100 estudiantes”, aseguró la investigación. Además, los recursos invertidos en términos de infraestructura, pago de maestros y material educativo representan pérdidas porque deben disponer de nuevo para los mismos estudiantes.

“Estamos muy quedados en términos de lo que se perdió de aprendizaje en la pandemia, esto está asociado con que solamente 17% de los colegios oficiales tienen jornada única completa y eso evita que tengan menos tiempo en los colegios para cerrar esa brecha con los colegios de más altos ingresos”. Aseguró que esto se da porque los colegios no tienen la suficiente infraestructura para poder ampliar la jornada, y concluyó que una buena solución para que la tasa disminuya es ampliar la jornada y evitar tiempos ociosos de los estudiantes.