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Informe de la red Simus advierte que la demanda de pasajeros en los sistemas de transporte se ha reducido 85%
Las medidas que ha implementado el Gobierno Nacional para frenar la propagación del Covid-19 en el país tiene en jaque la operación de los sistemas de transporte público. El triste panorama, que ya se ve en la mayoría de las ciudades, muestra una aguda realidad para el sector, que ya ha visto una reducción de 85% en la demanda de usuarios y al que sus costos operativos se le han elevado 67%.
La carrera por mantener a flote la operación parece más difícil que hace un par de semanas. De acuerdo con un documento de la Asociación Latinoamericana de Sistemas Integrados para la Movilidad Urbana Sustentable (Simus), se proyecta que para el 27 de abril (día en el que finaliza la cuarentena) los sistemas presenten un déficit de hasta $205.227 millones, impulsado por el encarecimiento de la operación, el pago de nóminas y los sobrecostos para atender las medidas sanitarias.
En concreto, según advierte el documento, Bogotá y Medellín presentarían las mayores pérdidas, con una estimación de $139.604 millones y $29.671 millones, respectivamente. Cali, por su parte, alcanzaría un déficit de $19.017 millones, mientras que Cartagena y Barranquilla de $9.373 millones y 3.955 millones. El impacto, no obstante, podría agravarse pues se alerta que si la situación continúa tal y como está, en menos de 10 días se podrían frenar por completo las operaciones.
“En las últimas tres semanas hemos visto una disminución de la afluencia de pasajeros de casi 87% (...). Con la disminución de la demanda estamos dejando de percibir cerca de $1.000 millones al día, una cifra muy alta que nos lleva a revisar los flujos de la organización para sobrellevar esta situación”, explicó Tomás Elejalde, gerente del Metro de Medellín.
La parálisis del transporte urbano de pasajeros también se ve representada en el comportamiento de los ingresos vs. los costos. El documento de Simus advierte, por ejemplo, que mientras Bogotá tiene unas ventas de 15%, sus costos son de 69%. La situación es muy similar en Medellín, donde ya hay reporte de sus dos sistemas: 12% ingresos contra un 62% de costos en buses y de 13% en ingresos vs. 72% en férreos.
“Es una situación difícil para todos los sistemas. Hay que analizar medidas para salvar la operación, y ahí se puede proponer un aumento en el presupuesto para movilidad en las ciudades, una revisión de los esquemas de subsidios y una mirada a las tarifas. También habría que mirar si este déficit se va a cubrir con deuda”, explicó Stalin Rojas, director del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional.
En esa misma línea, y al estar en juego 105.712 empleos en el sector, varios ejecutivos, entre ellos el gerente de Transmilenio, Felipe Ramírez, el presidente de Metrocali, Juan Carlos Echeverri, el gerente general del Metro de Medellín, Tomás Elejalde y el gerente general de Transmetro, Fernando Isaza, le solicitaron al Gobierno una serie de medidas para disminuir el impacto que ha tenido la cuarentena en el sistema.
Así, bajo estas dificultades, plantearon varias propuestas para el corto y mediano plazo. Se trata de la flexibilización de líneas de crédito público, la exoneración o suspensión temporal de gravámenes y la creación de un Fondo Nacional de Garantía de la Movilidad Urbana Sustentable, que, según ellos, permita ser viable la situación del sistema.
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