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Arroceros, lecheros, cerealeros y palmeros piden cumplir lo pactado.
A cuatro meses de terminar el año, los gremios del agro continúan exigiendo el cumplimiento de algunos compromisos gubernamentales. Por ejemplo, los arroceros atraviesan la cosecha más grande del año con importantes déficits en pago por carga y comercialización y los cerealeros exigen que se haga control sobre los aspectos técnicos del Tratado de Libre Comercio (TLC) para la importación de maíz amarillo.
Pero no solo son ellos. Los palmeros buscan claridad en la fijación del precio del biodiésel y los lecheros manifestaron directamente al Ministerio de Comercio que no aceptarán la adición a la resolución 017 de 2012, con la que se busca tener un precio diferencial por litro de leche para favorecer la exportación del producto.
Para Andrés Espinosa, CEO de Inverdies, aún cuando la política agropecuaria nacional estaba orientada al crecimiento del agro, lo que mantiene inconformes a los gremios es la falta de cumplimiento de los compromisos. Esta situación ha sido especialmente aguda en el sector arrocero, que volvió a parar actividades en algunos departamentos del país al declarar que 60% de la cosecha del segundo semestre queda desprotegida del incentivo propuesto por el Ministerio de Agricultura.
Rafael Hernández, gerente de Fedearroz, incluso solicitó la “urgente intervención” del Presidente de la República para que se garanticen los recursos con el fin de compensar los bajos precios que se vienen pagando de la cosecha arrocera, dado que la industria molinera decidió no aceptar el incentivo al almacenamiento.
Según estimaciones del gremio, los $16.800 millones que se disponen para compensar el precio solo alcanzan para 161.758 toneladas de arroz paddy verde, un monto insuficiente si se tiene en cuenta que la cosecha esperada es de 2 millones de toneladas.
Para Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), “este año los productores responden a una política pública bien intencionada como lo es Colombia Siembra , pero el mercado está respondiendo al freno de la economía”, por lo tanto, el reclamo de los gremios es consecuente con la situación de la política pública y el mercado.
Las demandas del gremio palmero, en cabeza de Fedepalma, también buscan un mayor acercamiento del Gobierno a variables del mercado como los precios internacionales, la tasa de cambio y los aranceles. El gremio aseguró que “las decisiones erráticas en la fijación del precio del biodiésel por parte del Gobierno, se contraponen con su propio interés de impulsar los cultivos de palma”.
“El sector agro requiere estabilidad en las reglas del juego y se debe fomentar que se produzca lo que tenga mayor mercado”.
Pero no solo se trata del cumplimiento de compromisos. Problemáticas como la del gremio lechero reflejan que “hay que buscar soluciones de carácter estructural y no solo resolver coyunturas”, como aseguró Bedoya.
La propuesta de precio diferencial fue categóricamente rechazada por los productores, que aunque reconocen que es necesario tomar medidas para evitar ‘enlechadas’, consideran que primero hay que contrarrestar las importaciones. Una posición opuesta a la industria.
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