Cumplimiento del cargo por confiabilidad, dolor de cabeza de EPM con Hidroituango

Con el temor de enfrentar una multa cercana a $850.000 millones en caso de no entrar a operar dos turbinas antes del 30 de noviembre de este año, Hidroituango, y su responsable EPM, se encuentran ‘corriendo’ con el proyecto.

ARTÍCULO RELACIONADO

EPM le pidió para la entrada en funcionamiento de Hidroituango más plazo a la Creg

La millonaria multa, en otras palabras, se puede expresar como el incumplimiento al cargo de confiabilidad. Esta figura se utiliza en el mercado de energía eléctrica -en el que Hidroituango tiene presupuestado aportar 600 megavatios por hora a partir del 30 de noviembre- y es un esquema de remuneración para asegurar que el sistema eléctrico siempre que cuente con la capacidad suficiente para atender la demanda futura de energía.

En ese sentido, es como una especie de seguro que paga la demanda para evitar el riesgo de un racionamiento cuando se presentan contingencias en su generación como lo pueden ser los períodos de sequía.

¿Qué pasa si hay atraso?

Tal como ocurrió con Hidroituango por diferentes motivos además de la contingencia, cuando un proyecto de generación se atrasa, pero prevé que entrará en operación en menos de un año, la regulación le permite al desarrollador hacer uso de algunas alternativas de respaldo temporal para cubrir la energía firme comprometida, en tanto finaliza de construir el proyecto.

Sin embargo, el proyecto que se adelanta en Antioquia y que prevé aportar con dos turbinas la energía demandada por dos ciudades como Armenia y Pereira, ya cumplió con este año de espera.

William Giraldo, vicepresidente de proyectos de generación energía de EPM, afirmó que en el contrato inicial se estipulaba que la obra comenzaría a funcionar en noviembre de 2021 y que el año de ‘gracia’ les amplió el plazo hasta este 30 de noviembre.

“Este plazo no lo tuvimos si en contraste vemos otros problemas que se nos presentaron después de la contingencia. Por el covid perdimos seis meses, la crisis de los contenedores también nos representaron demoras y los paros en el país nos bloquearon varias carreteras”, dijo el ejecutivo.

EPM pidió plazo a la Creg

Así lo afirmó Giraldo, quien aunque ve posible una entrada en funcionamiento antes del 30 de noviembre, como está estipulado en los contratos, cree que hace falta hacer algunas pruebas con más calma.

“Los cronogramas y toda la parte técnica está dada para cumplir con los plazos, pero hay pruebas con agua que sí nos gustaría realizar con más calma”, dijo Giraldo. A modo de símil, el vicepresidente señaló que el proyecto es como un enfermo que acaba de salir de la UCI y, tal como en el caso médico, se debe recuperar de a poco.

A pesar de la seguridad que tanto Giraldo como Jorge Andrés Carrillo, gerente de EPM, manifiestan en sus declaraciones -pues Carrillo ha dicho que todo está dado para entrar a operar antes del 30 de noviembre, el vicepresidente del proyecto afirmó que sí le han pedido más plazo a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg). “Sería ideal contar con un par de semanas más para llevar a cabo de manera más tranquila algunas de las pruebas técnicas, las cuales se adelantan con aguas dinámicas que, a fin de cuentas, es lo que va a estar sucediendo en este proyecto todos los días”.

Si bien los técnicos manifiestan que las obras civiles, es decir las que tienen que ver con infraestructura y cemento ya están finalizadas en las dos turbinas que tienen que entrar a funcionar el 30 de noviembre, aún hacen falta puntos técnicos.

“Podemos decir que la turbina 1 ya está cerca de un 93% lista”, dijo Giraldo.