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Darío Indalecio Restrepo fue el director técnico de la Misión de Descentralización
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Darío Restrepo, quien fue director técnico de la misión de descentralización, dijo que si se cambia el modelo centralista, se puede consolidar la paz
La Misión de Descentralización fue una iniciativa que pretendía reformar constitucional y administrativamente el modelo centralista colombiano, con el fin de disminuir la desigualdad, e impulsar el desarrollo.
El proyecto que comenzó en 2021, y fue entregado en marzo de 2024, tuvo la dirección técnica de Darío Indalecio Restrepo, quien se encargó de liderar y presentarle al Gobierno los resultados de los estudios y concertaciones, a nivel nacional. Según él, esto fue la semilla del acuerdo nacional sobre las reformas que se está adelantando.
El objeto de la misión que está en el decreto que la creó fue formular propuestas de reforma constitucional, legal y administrativa, o sea que tuvo carácter de incidir en la agenda legislativa y en el aparato ejecutivo. Más que una misión académica fue una misión hacia la formulación de política pública.
La misión tenía una dirección de 10 personas. Yo fui el director técnico, pero, el Gobierno tenía tres representantes, uno del Ministerio de Hacienda, otro del Interior, y otro de la Dirección de Planeación Nacional. Había tres de las federaciones territoriales, luego estaba la Mesa Permanente de Concertación, y tres técnicos expertos.
Colombia es uno de los países más inequitativos del continente más desigual del mundo. El país, a pesar de llevar décadas en el proceso de descentralización, sigue siendo una de las naciones más inequitativas del mundo.
“El reto es modificar la forma como estamos transfiriendo recursos. La Misión tiene que ser audaz en plantear propuestas donde esto no puede seguir la inequidad”.
En Latinoamérica encontramos a Honduras, Colombia y Brasil. Uno con muy poquito PIB, otro con un PIB mediano y otro con un PIB grande. Eso quiere decir que la inequidad no es el fruto de la pobreza, es el resultado tanto del atraso como del modelo de desarrollo.
La inequidad tiene geografía, quiere decir que se reparte en el territorio, y que se organiza territorialmente. Si usted coge los principales indicadores económicos, sociales y administrativos, encuentra lo que yo llamo el “Pentágono de Oro”, que es Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, allí se encuentra 80% del PIB, ellos se quedan con la mayoría del crédito, tienen las mejores universidades, vías, etc.
Eso es grave porque la inequidad mata. Una mujer indígena en el Guaviare y su bebé tienen seis veces más posibilidad de morir entre el parto y el primer año, que una mujer en el barrio Kennedy de Bogotá.
En resumen, somos los más inequitativos del mundo, no porque seamos pobres, sino porque es característica del modelo de desarrollo, y la inequidad tiene una geografía, donde el pentágono de oro que concentra las posibilidades del desarrollo, del bienestar social y las capacidades institucionales.
Hay que hacer la claridad que más recursos no resuelve el problema de la inequidad, por el contrario, lo puede aumentar. Las entidades territoriales a través de alcaldes y gobernadores se la pasan limosneando en Bogotá, eso es indigno.
Uno de los objetivos propuestos por la misión fue el cierre de brechas de equidad, a través de una distribución diferente del dinero, girándola donde hay más necesidades, no donde más capacidades hay.
Hay un punto clave que trabajamos y es la inclusión socioterritorial. Hay unas poblaciones mucho más ‘jodidas’, a las que no le ha llegado la descentralización, que son las fronteras, los pequeños pueblitos y los territorios que tiene una gran riqueza ambiental.
Allá hay gran riqueza ambiental, pero no hay administración, ni burocracia, ni impuestos, ni negocios formales, entonces, allá toca tumbar el monte, hacer minería ilegal y toca tener marihuana, amapola y todos los tráficos ilegales que se imagine. Puede decirse que en Colombia descentralizamos el gasto, pero no los ingresos.
De acuerdo con Restrepo, la inequidad es una de las características de los territorios sumidos en la violencia. Por eso dijo que la descentralización es la clave para la paz. “Más violencia y menos Estado de derecho traen las guerras perpetuas. No importa si el brazalete dice guerrilla o paramilitares, nosotros tenemos una sociedad tan fragmentada que es un caldo de cultivo perpetuo de la ilegalidad”. Si bien la misión no tiene una fecha para su aplicación, en el legislativo ya se discuten sus resultados.
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