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El jefe de la cartera afirmó que existe la capacidad para responder de manera confiable con la demanda de energía en este lustro
En el marco del foro “El racionamiento que acecha", el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, afirmó que en Colombia existe total tranquilidad sobre el suministro energético del país de aquí a 2025, y que serán agregados más megavatios de capacidad instalada, adicionales a los que ya se tienen previstos con la nueva subasta de energía.
"En este Gobierno, conscientes de la demanda de energía con el suministro confiable decidimos a raíz de la contingencia hacer una nueva subasta, en esta subasta estarán proyectos solares y eólicos y de fuentes no convencionales. El suministro está garantizado para el año 2023, 2024, 2025", afirmó el jefe de la cartera de energía.
Mencionó que "desde el Ministerio tenemos total tranquilidad en el suministro de energía eléctrica para los siguientes años". Dicho postulado surge, en parte, por los retrasos del proyecto hidroeléctrico de Hidroituango, que debido a las dudas y los retrasos que ha presentado en la última década, y sumado a la contingencia y a la pandemia, genera la percepción y la posibilidad de que no entre a generar en 2022, como se tiene previsto.
Lo anterior teniendo en cuenta que este proyecto representa 17% de la energía eléctrica total del país.
Al respecto, el vicecontralor general de La República, Julián Ruíz, afirmó que ante las preocupaciones respecto a la entrada del proyecto de Hidroituango, el proceso de vigilancia al proyecto no es nuevo.
"En 2017 la Contraloría ya venía haciendo control al proyecto y en 2019 a través de una solicitud de una Veeduría, inició una fiscalización del proyecto que tuvo ocho hallazgos, con un lucro cesante de $4,3 billones y la pérdida de valor por el mismo dadas las pérdidas injustificada que ha tenido el proyecto", expresó el funcionario.
El vicecontralor afirmó que la actuación de la Contraloría no desencadenará el posible desabastecimiento de llegar a presentarse retrasos.
"Desde 2008 a 2011 el proyecto ya presentaba retrasos en vías de acceso y el cronograma, la altura de la cota en cinco metros, que cuando fue aprobado no contaba con las licencias", agregó.
Posterior a esto, hacia 2018, después de la contingencia, el proyecto que costaba $6 billones, según su postulado, ya estaba alrededor de $14 billones. A esto se sumó aspecto como lo sucedido con la galería de desviación, que agravó la situación y hasta hoy sigue representando retrasos en el proyecto.
"Si el país sufre algún retraso no podrá ser atribuido al fallo de la Contraloría y agregó que desde 2018, el proyecto no cuenta con licencia ambiental", puntualizó.
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