Autoridades esperan que más de dos millones de vehículos dejen de salir

Más de 1,85 millones de carros particulares y 430.000 motos dejarán de circular por las calles de Bogotá este jueves 21 de septiembre, cuando la capital vivirá una nueva edición del día sin carro y sin moto. Estas son las cifras previstas por la Secretaría de Movilidad para la jornada, que irá de 5:00 a.m. a 9:00 p.m., en sincronía con el Día Mundial sin Automóvil.

Además de carros y motos, este jueves no podrán circular los taxis a los que corresponde la restricción de pico y placa (placas terminadas en 9 y 0). Tampoco estarán en las calles vehículos híbridos, vehículos dedicados a gas, blindados que no sean de la Unidad Nacional de Protección, los de carga con restricciones, aquellos con permiso de pico y placa solidario ni los de medios de comunicación con placa amarilla.

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La secretaria de Movilidad de Bogotá, Deyanira Ávila, se refirió al objetivo del Día sin carro y moto, que continúa siendo una apuesta para promover alternativas de transporte sostenible. “Este 21 de septiembre tendremos nuestro día sin carro y sin moto, desde las 5 a.m. y hasta las 9 p.m. Esto con el propósito de promover la movilidad sostenible en la ciudad, para que las personas opten por opciones como la bicicleta y el transporte público”, señaló la funcionaria distrital en su publicación.

La Alcaldía de Bogotá apunta a reducir, durante la jornada, la emisión de material particulado (PM 2,5) y la huella de carbono que producen los combustibles fósiles. “Durante el Día sin carro y sin moto se dejan de emitir más de 7.600 toneladas de C02, que corresponde a la reducción de 57% de las emisiones generadas en un día en la ciudad. Además, se espera que las emisiones de material particulado PM 2,5 y de carbono negro disminuyan en un 67% y 51%, respectivamente”, informó la administración distrital.

¿Qué vehículos saldrán a las calles?

La Secretaría de Movilidad precisó qué tipos de vehículos saldrán a las calles en el Día sin carro y moto. Además de aquellos que prestan el servicio de transporte público, contemplados en los propósitos de la jornada, y los que se emplean en el control operacional y mantenimiento del Sitp, de control del tráfico y de emisiones, así como los de atención de emergencias, estarán habilitados para circular los vehículos eléctricos, los que se usen para movilizar a personas en situación de discapacidad y las rutas escolares.

También hacen parte de las excepciones los vehículos militares, de la Policía Nacional, organismos de seguridad del Estado y el CTI, la caravana presidencial y aquellos asignados al servicio diplomático y a la Unidad Nacional de Protección.

Además, los vehículos usados para atender servicios públicos domiciliarios, de transporte de valores y carrozas fúnebres. Entre las motos, están exentas las vinculadas a labores de vigilancia y seguridad privada, a empresas, plataformas tecnológicas o servicios a domicilio.

Repensar el día sin carro

Pese al propósito favorable al medio ambiente que se busca con el día sin carro y moto, Fernando Rojas, experto en movilidad, considera que el descenso en los niveles de la contaminación en la jornada se compensa en los días siguientes por el aplazamiento de las actividades para las que se utilizan los vehículos particulares a diario. “Es como un día que genera un traumatismo en la ciudad, que la gente aprendió a vivir con él. Y la gente que se mueve en transporte público rutinariamente simplemente ese día ve que los buses van más llenos y que la aglomeración es mayor”, aseguró.

Rojas recuerda que esta jornada se creó para promover el uso del transporte público en los inicios del sistema Transmilenio y medios alternativos como la bicicleta. Sin embargo, sostiene que la propuesta no logró un cambio en la mentalidad y, por el contrario, durante los últimos 20 años la ciudadanía ha comprado más carros y motos.

“Con el pasar de los años, el transporte público dejó de ser lo que nos habían prometido. No era eficiente ni seguro; se hizo caro, no cubría toda la ciudad. El uso de la bicicleta comenzó a aumentar. Pero al mismo tiempo se empezó a usar el carro y la moto de una manera más acelerada”, explicó.

Para el experto, habría que repensar el día sin carro y moto “sobre todo pensándolo como una fiesta de la bicicleta, una actividad cívica, cultural en la que se articule el comercio, la cultura. Pero no puede seguir con la idea de que es para que la gente deje de usar carro, porque no ha funcionado”, apuntó.