Director de Fedesarrollo advierte sobre errores en la medición de la pobreza rural

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Hace más de dos semanas el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) publicó los resultados de pobreza monetaria, donde se evidenció que durante 2020 42,5% de la población colombiana vivió en condiciones de pobreza, es decir hubo un aumento de 6,8 puntos porcentuales en la cifra frente a 2019 (35,7%).

De acuerdo a las estadísticas del Dane, en las zonas rurales ocurrió el fenómeno contrario, pues hubo una disminución en la incidencia de la pobreza, pasando de 47,5% en 2019 a 42,9% el año pasado.

Sin embargo, el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, escribió una columna de opinión para El Tiempo, en la que advirtió que pueden haber errores en la medición que hizo el Dane de la pobreza monetaria en la ruralidad.

Una de las explicaciones que dio la entidad fue el impacto que tuvieron las ayudas monetarias del Gobierno durante la crisis sanitaria. No obstante, Mejía advirtió que, de acuerdo con el Dane, la pobreza monetaria en la ruralidad antes de estas ayudas también se redujo, un hecho que sería debatible en medio de la contracción económica que generó la pandemia.

"En ese año no solo hubo una caída del número de ocupados en el sector rural de 330.000 personas, una caída del 6,9 por ciento, sino que los ingresos laborales rurales se redujeron 5,3 por ciento, frente a los del 2019. Con una caída de esta magnitud, queda muy difícil explicar la supuesta caída de la pobreza rural antes de las ayudas extraordinarias", anotó Mejía.

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Así, el director de Fedesarrollo explicó que la reducción en los indicadores de pobreza en la ruralidad estaría explicado por el hecho de que el Dane disminuyó la línea de pobreza en estas zonas del país, pasando de $210.969 en 2019 a $199.828 en 2020, una reducción de 5,3%.

Como la línea de pobreza es el ingreso mínimo que debe recibir una persona para atender sus necesidades básicas, y por debajo de esta se considera que se vive en condiciones de pobreza, si se disminuye el monto, se reduce también el número de hogares pobres.

"En la nueva metodología de pobreza, que tiene cifras desde 2012, es la primera vez que la línea de pobreza rural cae en términos nominales frente a la del año anterior. Esta reducción en la línea de pobreza rural no fue explicada durante la presentación de los resultados de pobreza por el Dane ni tampoco aparece mencionada en el comunicado del comité de expertos", dijo Mejía.

En ese sentido, explicó que no habría una explicación económica convincente para una reducción de 5,3% en la línea de pobreza rural en medio de un año en el que la inflación fue de 1,6% y que la inflación en los hogares pobres llegó a 2,3%.

Así, Fedesarrollo calculó que la pobreza monetaria rural sería de 46,8%, es decir, estaría 3,9 puntos porcentuales por encima de la cifra que reportó el Dane, mientras que la pobreza antes de las ayudas monetarias del Gobierno estaría en 51%.

Con estas cifras, Mejía aseguró que la pobreza en el total nacional también sería más alta, llegando a 43,1%.

"Estas cifras implicarían que, si bien es probable que las ayudas extraordinarias hayan compensado el aumento de la pobreza rural –un gran logro de la política social–, no parece tan realista que, además, se haya cerrado la brecha de pobreza urbano-rural por primera vez en nuestra historia moderna", anotó Mejía.

Como último punto, el director de Fedesarrollo resaltó la gravedad de que ninguno de los actores involucrados en la verificación de las estadísticas se hayan percatado de la reducción en la línea de pobreza rural. Ni el Departamento Nacional de Planeación (DNP), ni a través de los protocolos internos de validación de los cálculos hechos por el Dane.

"La inexplicable caída de la línea de pobreza rural no debe empañar la labor de una institución que a lo largo de décadas ha construido una reputación nacional e internacional con base en un trabajo técnico y de calidad, y que ha afrontado exitosamente los retos impuestos por la pandemia", dijo Mejía y aseguró que es urgente que el Dane ajuste la línea de pobreza rural.