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Las declaraciones del ministro de Hacienda en suiza revivieron el debate sobre el papel de la industria en la economía y el futuro que se le presenta al sector
Pese a los esfuerzos de las últimas décadas desde varias administraciones para diversificar las exportaciones, las medidas parecen no cambiar el peso que tienen los commodities en la canasta de Colombia. La industria, que ha sido la llamada a mover la balanza, sigue estando en los mismos niveles de los 60 o los 70.
Esta sería solo una de las razones por las cuales este sector económico nunca despegó completamente ni ocupó el puesto de relevancia que se observó en otros países como Estados Unidos o Alemania. En comparación con las cifras que se presentaron en 2005, hoy en día la industria aporta 18% menos que en esa época, cuando superaba 15% del producto neto.
Según el mismo ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, “el peso de la fábrica, que se traduce principalmente en manufactura, sigue en los mismos niveles que en los 60 y los 70, cuando estas alcanzaron su punto máximo en el continente, que hoy depende mayoritariamente de la exportación de bienes primarios”, dijo.
La afirmación la hizo el lunes de esta semana frente a varios embajadores en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés) en Ginebra, Suiza.
El funcionario también pidió que los países de la región, incluido Colombia, se alivien de una vez de la enfermedad holandesa, que ha venido causando un declive de la industria según el ministro, para avanzar en una mayor producción de servicios de valor agregado en todas las ramas de la economía.
Las cifras del Dane respaldan esta tesis. Durante los tres primeros trimestres de 2005 este sector pesaba 15,17% del PIB, mientras que en el mismo periodo de 2022 la cifra había caído a 12,44%, 18% menos en los últimos 17 años.
Para Hernando Zuleta, profesor titular de la Universidad de los Andes y doctor en economía, este es un fenómeno que se está presentando en todo el mundo y que ha evolucionado con el tiempo.
“Primero hubo movimientos que estaban en contra de invertir en el agro por hacerlo en la industria. Después, ya tampoco querían la industria sino los servicios. Y en eso es en lo que nos estamos moviendo en este momento”, dijo.
El académico también precisó que existen diferentes lecturas de esta transición mundial. Está la de Juan Esteban Carranza, por ejemplo, que dice que parte de esta caída se debe a la tercerización del empleo.
“Digamos las fábricas o las manufacturas siguen contratando al personal que hace los domicilios o envíos, el aseo del lugar y también la seguridad, pero ya no lo hacen ellos mismos sino a través de terceras empresas”, apuntó.
Ello también se conoce como cambio de nomenclatura, pues si bien no desaparece y se sigue contabilizando en el PIB Nacional, ya no se suma en el rubro de manufacturas, sino en el de servicios.
En términos generales, según Zuleta, hay un cambio tecnológico sesgado para ahorrar trabajo y, en la medida que el país conlleve sus procesos adecuadamente, que la industria siga perdiendo empleos y que su contribución al PIB siga cayendo, “es normal en el marco de este cambio estructural”.
Justamente para esa dirección es a la que dice el ministro Ocampo que quiere ir. Durante la misma intervención en Ginebra, el funcionario afirmó que las políticas de este Gobierno van a estar guiadas no para la industria, sino para la producción.
Factores normativos, demoras en las licencias, problemas de orden público, falta de nuevos hallazgos y baja actividad exploratoria son causas de la baja en hidrocarburos
El mandatario indicó que un artículo en los tratados impide que ciertos conflictos sean resueltos bajo la justicia colombiana
El Dane reportó que la actividad económica creció 2% en este lapso, por debajo de las expectativas del mercado que apuntaban a 2,4%