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Según el mercado, las alzas en el rubro de alimentos durante el mes se debieron especialmente a los bloqueos en la vía que conecta a Bogotá y Villavicencio
El primer semestre del año culminó con una expectativa del mercado para la variación del Índice de Precios del Consumidor (IPC) en junio de 3,36%, un dato, que de acuerdo con los analistas, se impulsó particularmente por el alza en los precios de los alimentos y en el cual también hubo incidencia del rubro de transporte.
De acuerdo con Gustavo Acero Ramírez, analista senior del Banco de Bogotá, la información de los precios de los alimentos que suministra el Sistema de Información de Precios (Sipsa) del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), “confirmó cierta tendencia alcista en el comportamiento de los mismos, que en alguna medida, pero no en su totalidad, se puede asociar al cierre de la vía Villavicencio - Bogotá”.
Con esta postura coincide José Ignacio López, director de investigaciones económicas de Corficolombiana. “Tomando como referencia los bloqueos viales generados por el paro indígena de marzo, en el cual se registró un aumento de casi 1% en la inflación de los alimentos consumidos al interior del hogar, y teniendo en cuenta que el cierre de la vía podría extenderse hasta tres meses, estimábamos que la inflación total podría verse incrementada hasta en 40 puntos básicos respecto a nuestro escenario base”, aseguró .
Según explica López, Bogotá tiene una ponderación de 40,5% dentro de los cálculos de la inflación que realiza el Dane, lo que la convierte en la ciudad que mayor peso tiene dentro del cálculo de la variación del IPC, mientras que Villavicencio, por su parte, se ubica en el décimo lugar con un peso inferior a 2%.
De acuerdo con el Dane, en 2018, el abastecimiento de alimentos en la capital del país correspondió a 2,42 millones de toneladas, de las cuales, 308.357 toneladas, equivalentes a 12,71% del total de los alimentos que se consumen en la capital, provenían del Meta.
Carolina Monzón, jefe de análisis económico de Itaú Colombia, consideró también que “el choque de alimentos constituye un riesgo al alza para la estimación”. Si bien los pronósticos de Itaú se ubicaban en una variación mensual de junio en 0,32%, lo que resultaría en un dato anual de 3,48%, la economista aseguró que para lo que resta del año “la brecha del producto aún negativa y la inflación subyacente controlada contribuirían a una inflación de 3,2% en 2019”.
Sin embargo, no todos los analistas consideran que la concentración al alza se deba exclusivamente al precio de los alimentos. Felipe Espitia, analista macroeconómico de Alianza Valores, sostuvo que si bien este era un efecto esperado, no fue algo “muy explosivo”.
Por el contrario, destacó que otro choque que se está percibiendo es por la devaluación del dólar que se vio en la primera parte del año, algo que “generalmente afecta el IPC, pero no inmediatamente”, la cual se está materializando.
El analista aseguró también que otro rubro que motivó el comportamiento fue Transporte, pues “junio resultó ser un mes de vacaciones, algo que incide en el sector y que pudiésemos ver en los precios, debido a una mayor demanda de los transportes incluidos en la canasta que son aéreos y terrestres”.
Servicios públicos presionan a la baja
A pesar de la tendencia al alza de la inflación en junio, los analistas destacan el efecto a la baja en los servicios públicos. Andrés Langebaek, director de estudios económicos del Grupo Bolívar, asegura que “dentro de los elementos que inciden mucho en este mes hay un factor bajista y son las tarifas de agua que se observan en las principales ciudades”, mientras que Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, refiere que “las tarifas de energía tanto el mes pasado como este han bajado sustancialmente en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla”.
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