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Según datos del Dane, el sector de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca fue el único que cayó en 2022 con una contracción de 1,9%
La economía colombiana creció 7,5% en 2022 y fue una de las de mayor dinamismo dentro de los países de la Ocde. Sin embargo, solo uno de los 12 sectores cayó el año pasado: el de la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca.
La contracción fue de 1,9% en todo el año. La actividad que más contribuyó a este comportamiento fue la de cultivo permanente de café, que se contrajo 15,3%, seguida de la actividad de cultivos agrícolas transitorios, cultivos agrícolas permanentes y propagación de plantas, con una caída de 1,7%; y la ganadería, con -0,4%.
“Tenemos en positivo a todas las actividades económicas excepto a la agricultura, por todas las dificultades que hubo en ese año. Pero es una tendencia, durante una década tuvo bajo crecimiento”, indicó Piedad Urdinola, la directora del Dane.
Lo que dicen los gremios
Varias circunstancias llevaron al comportamiento a la baja del sector agrícola en conjunto. Un primer punto tiene que ver con el alza en los precios de los insumos después de la invasión rusa a Ucrania, lo que hizo más costosa la producción.
A ello, según Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), se sumó la devaluación de la moneda, reflejada en la tasa de cambio. “Una devaluación de 20% contribuyó a afectar aún más el costo de producir alimentos en nuestro país”, dijo.
El clima fue otro determinante en la caída del sector, pues las lluvias, en medio del fenómeno de La Niña, afectaron los cultivos, especialmente para el café. “Según lo que hemos hablado con la Federación Nacional de Cafeteros, el tema de las lluvias afectó mucho a la producción, porque además esa valoración es en volumen”, dijo Bedoya.
Según la información del Dane, las producciones que más cayeron fueron las de café pergamino (-22,4%), plantas vivas y flores (-14%), caña de azúcar (-11,8%), frutas y nueces (-10,5%) y cacao en grano y otras plantas bebestibles y especias (-3,5%).
Otro factor clave fue la subida de la tasa de interés por parte del Banco de la República, que se reflejó en mayores costos de crédito para los productores.
“Algo que nos preocupa es lo que ocurre en materia de tasas de interés, todos teníamos la expectativa de si va a haber una reducción de tasas, pero con las cifras de inflación pareciera que no”, indicó Bedoya.
Sobre la dinámica de la actividad pecuaria, las cifras del Dane indican que la leche sin elaborar (-8,4%), el ganado bovino (-5,1) y los huevos con cáscara frescos (-3,6%), fueron los que cayeron en 2022.
Óscar Cubillos Pedraza, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán, explicó que en el subsector de la leche se vio afectado por el alza en el precio de los insumos, como balanceados y concentrados. “También ha habido traslado de unidades productivas de leche a producción de animales en pie, porque el precio del novillo ha estado mejor cotizado”.
Las alzas en los precios también bajaron el consumo de leche. Según Cubillos, “el consumo per cápita pasó de 161 litros a 154 litros de 2021 a 2022, entonces el tema de precios impactó”.
En cuanto al ganado bovino, el alza en los precios afectó al subsector dado que los hogares optaron por otros substitutos, como el pollo y la carne de cerdo, dijo el experto. “En el caso nuestro tuvimos una caída y ahí tenemos que tener en cuenta los altos precios de la carne por dinámica internacional, también altos costos de producción y el tema invernal”.
También los afectó el sacrificio clandestino. “Nos pega más duro que a los pollos y a los porcinos. El tema de clandestinidad desafortunadamente se ha ido incrementando y hace que las cifras formales también terminen muy castigadas”.
Sobre los huevos frescos, que cayeron 3,6% el año pasado, el presidente de Fenavi, Gonzalo Moreno, indicó que el decrecimiento fue “como consecuencia todavía de los bloqueos y del paro nacional de 2021”, y aseguró que en 2023 es probable que se regrese a la producción de 2020, con crecimiento cercano a 3% o 4%.
Las perspectivas del sector para 2023
Según Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC, para este año el sector aún tiene incertidumbre, sobre todo por las variables exógenas. “No hemos visto un mayor cambio salvo en que algunos de los insumos han venido bajando en el mercado internacional, pero no hemos visto que eso se traduzca en una reducción del costo real en nuestro mercado. Eso en parte puede tener su explicación en la tasa de cambio, que ha estado en un vaivén. Algo que nos preocupa también es lo que ocurre en materia de tasas de interés”.
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