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La entidad estadística presentó los resultados por regiones y ciudades de 4,09 millones de colombianos que fueron omitidos
Aunque el 14 de julio el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) entregó los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda que se realizó el año pasado, hasta ayer culminó el conteo oficial, pues la entidad reveló los resultados de la población omitida en el censo de 2018, correspondiente a 4,09 millones de personas, 8,5% de la población nacional.
De acuerdo con Juan Daniel Oviedo, director del Dane, Cali, Villavicencio y Popayán son las ciudades con mayor proporción de omitidos. En la capital del Valle, la tasa de omisión fue la más alta del país por capitales, y se ubicó en 18,2%. Mientras que en la ciudad se censaron 1,82 millones de personas, el ajuste del Dane arrojó una población real de 2,86 millones de personas, lo que quiere decir que 404.773 ciudadanos no fueron censados en esta ciudad.
En Villavicencio la omisión del Dane fue de 15,1% de la población de la ciudad, pues solo se contabilizaron 451.212, frente a 531.275 personas que realmente viven en la ciudad, con lo que el número de omitidos en la puerta del Llano fue de 80.063. En el caso de Popayán, el Dane no logró censar a 40.789 personas, 12,8% de la población de la capital caucana, en la que se contabilizaron originalmente 277.270 personas, pero tras la revisión se ajustó a 318.059 habitantes.
Pero ¿a qué se debe que haya personas que se omiten en el censo del Dane? A pesar de que la entidad estimó en los resultados originales los 4,09 millones que no fueron contabilizados, Oviedo explicó que se presentan tres situaciones: viviendas ocupadas con personas ausentes, sub-enumeración de personas en los hogares y una omisión en zonas no visitadas e incompletas.
“Cuando hicimos el barrido censal encontramos viviendas que, por información de contexto, sabíamos que estaban ocupadas, pero nadie nos abrió”, explicó el director del Dane para el primer tipo de omitidos.
Según Oviedo, la sub-enumeración “ocurre cuando el censista dentro del cuestionario no registra a una o más personas del hogar”, ya sea porque no se hizo una declaración completa o no se identificaron a todos los habitantes, mientras que en el tercer caso de omisión censal explica que pudo darse por problemas ambientales o climáticos de alta complejidad, por alteraciones en el orden público o de seguridad en la zona.
Además de los datos por ciudades, el Dane también informó que por departamentos Vichada (28,9%), San Andrés (21,2%) y Putumayo (18,7%) reportaron la mayor tasa de omitidos, efecto explicado especialmente por los conteos en zonas rurales.
El exdirector del Dane, Ernesto Rojas, aseguró que todos los censos tienen omisiones, y opinó que en el caso de este “no sobrepasa los límites históricos y por tanto son aplicables las correcciones hechas técnicamente con base en indicadores que la pirámide de edades muestra y que es altamente confiable”.
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