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El presidente Gustavo Petro defendió el alza del combustible en medio de las manifestaciones de los camioneros, que dejan pérdidas diarias de hasta US$300 millones
Tras el segundo día de protestas de los transportadores por el aumento de $1.904 en las tarifas del Acpm, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, defendió la medida, argumentando que es un ajuste necesario para las finanzas públicas y advirtió que los bloqueos de los camioneros son los que realmente podrían afectar la inflación. El Gobierno sigue en firme con los aumentos del diésel y las mesas de negociación acabaron ayer sin ningún acuerdo.
En una entrevista con La FM de RCN, Bonilla explicó que el primer ajuste fue acordado con los transportadores y que la propuesta inicial del Gobierno era realizar incrementos graduales, como se hizo con la gasolina.
Sin embargo, los transportadores propusieron que el ajuste se hiciera en tres etapas para evitar la dificultad de cambiar los precios de los fletes mensualmente.
En cuanto a los efectos económicos de la medida, Bonilla afirmó que inevitablemente se encarecerán los costos de transporte y que esto impactará indirectamente el índice de precios al consumidor, principalmente por el aumento en dichos fletes.
El ministro estimó que este incremento podría agregar 0,3 puntos porcentuales a la inflación, lo que podría llevar la inflación a 5,5%, siempre y cuando se mantenga controlada la situación.
El ministro también reiteró que en 2024 no se volverá a tocar el precio del diésel, pero advirtió que el próximo año se deberá hacer un nuevo ajuste en las tarifas.
Bonilla señaló que los transportadores esperan que el Gobierno siga subsidiando el Acpm, y que ellos mismos no han querido negociar el ajuste propuesto.
El presidente Gustavo Petro también se pronunció, defendió el alza del combustible y reiteró que el país no se bloqueará.
En su cuenta de X, el mandatario describió como justificado el aumento en el Acpm decretado el viernes pasado. Según él, la medida busca “recuperar el dinero de un subsidio que nunca debió otorgarse y que ahora representa una parte significativa de la deuda pública de Colombia” y añadió “dar comida a la gente con hambre y educación a nuestra niñez y juventud nos obliga a equiparar los precios del diésel. Las medidas adecuadas para afrontar un “Lock out”: un paro empresarial, se toman desde hoy”, dijo.
La Asociación Nacional de Exportadores, Analdex, alertó que los bloqueos realizados por los transportadores en diversas vías del país podrían causar pérdidas significativas para el comercio exterior si no se encuentran soluciones que permitan despejar las carreteras.
Según estimaciones del gremio, cada día de interrupciones podría ocasionar pérdidas de hasta US$300 millones, afectando especialmente a departamentos clave como Norte de Santander, Santander, Antioquia, Cesar, Cundinamarca, Nariño y Boyacá, donde los bloqueos han sido más graves.
“El efecto del incremento del Acpm sobre la economía se ve en el incremento de los precios de los insumos y materias primas que se utilizan en otras actividades económicas como la industria, el sector agropecuario, entre otros, este impacto se vería en el IPC, y eventualmente en la canasta familiar”, dijo Nidia Hernández, presidente ejecutiva de Colfecar.
El Consejo Gremial, presidido por Bruce Mac Master, condenó los bloqueos llevados a cabo durante el paro camionero, y subrayó que “la protesta pacífica no debe comprometer la libertad de circulación, el derecho al trabajo, ni el acceso a alimentos y servicios esenciales”.
Además, la organización, que agrupa a 32 gremios, instó a implementar mecanismos efectivos para el diálogo y la concertación, con el objetivo de encontrar una solución a la situación.
Las protestas en Bogotá sumaron más de 800 puntos de bloqueo. El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, dijo que cerca de 800 vehículos bloquearon varios puntos de la ciudad. Hubo 800 personas del Distrito en los puntos y 500.000 usuarios de Transmilenio se vieron afectados por las demoras ayer.
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