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El director de Crédito Público, César Arias, dijo que pese a que las cuentas del fisco son apretadas este año, si aumenta el recaudo y el PIB crece, la deuda podría bajar
El director de crédito Público del Ministerio de Hacienda, César Arias, es optimista frente a la economía del país y considera que, pese al difícil entorno internacional, el PIB crecerá al menos 3,3% como lo prevén algunas entidades, aunque mantiene la meta en 3,7%. De hecho, asegura que en un escenario óptimo, la deuda pública podría bajar en 2020.
¿Cuál es el estado de la deuda pública?
El mandato más importante de la Dirección General de Crédito Público es estabilizar la deuda pública, que en Colombia venía en una trayectoria ascendente muy rápida. En 2012, era de 34% del PIB y a 2018 la recibimos en 49% PIB. Ya en el primer año, a pesar de que reconocimos pasivos que no estaban en las cuentas por el orden de 2,5% del PIB, la deuda solo incrementó 0,8, hasta ser muy cercana a los 50 puntos del PIB.
En 2020, en un escenario conservador, que implica choques de alrededor de $100 en la tasa de cambio, bajas en el precio del petróleo, baja en la proyección de crecimiento, puede darse un incremento de 0,5% del PIB. Pero, un segundo escenario, con supuestos más favorables y un crecimiento económico de 3,7%, este podría ser el primer año desde 2012 en que la deuda pública del Gobierno central baje. Entonces la deuda podría ser de entre 50,5% del PIB o de 49,5% al final del año.
¿Qué los hace ser más optimistas que el resto con el crecimiento del PIB?
Tenemos dos indicadores que nos muestran que la economía colombiana está creciendo a un ritmo más acelerado. El recaudo y la inversión extranjera directa. El recaudo tributario creció de manera nominal, enero a enero 14% y en febrero contra febrero 15% en términos nominales. Y aún más importante es que la inversión extranjera directa que en 2019 creció 25%, entre enero y febrero llegó a casi US$2.000 millones, mientras que en ese lapso de 2019 fue US$1.300 millones.
¿Y el déficit de cuenta corriente?
El déficit de cuenta corriente indica que se invierte y consume más de lo que ahorra, por lo que tiene que ayudarse con financiamiento externo, lo que tiene un riesgo implícito y es ese financiamiento. Pero en esto hay dos temas estructurales, uno es que Colombia tiene que subir su tasa de exportaciones, que hoy es de 14% del PIB, mientras en Chile o Perú es 25% y, segundo, debe diversificar la canasta de exportaciones, porque 60% son productos primarios.
Pero lo que hemos visto es que solo un punto de los cuatro de déficit depende de esto, cerca de tres puntos obedece a la transferencia de dividendos de empresas extranjeras en Colombia. Entonces, estamos tranquilos porque es solo un espejo de la inversión. Además, cuando se suma la inversión extranjera directa y se expresa como porcentaje del PIB es 4,5%. Eso es importante porque indica que todo el déficit corriente, que fue de 4,3% en 2019, fue financiado con la inversión. Este año aumentaría a 4,6% porque si se invierte más es normal que las empresas necesiten importar bienes de capital.
¿A qué corresponden las enajenaciones del Plan Financiero?
Tenemos un ejercicio fiscal muy claro, estamos preparados para optimizar los ingresos petroleros. Ecopetrol ha hecho un trabajo muy importante y eso nos ha ayudado a reducir un poco la sensibilidad a los precios del petróleo que cuando bajaron US$8, a pesar de eso, Ecopetrol generó un incremento de 15% en utilidad neta.
Eso son buenas noticias no solo por los mayores impuestos, sino por mayores dividendos. También para los privados y porque con los retornos el fisco se ve beneficiado. Además, el recaudo es muy elástico y va con el crecimiento de la economía que tiene buena cara, entonces le estamos apostando a eso. Y la modernización de la Dina.
¿Eso significa que no usarán las enajenaciones?
El año anterior tuvimos la misma discusión, teníamos contemplado un rubro de $6 billones de enajenaciones que no tuvimos que utilizar gracias al crecimiento, el recaudo y la austeridad. Entonces entre mejor salgan las cosas menos vamos a utilizar ese espacio de enajenaciones.
¿Cómo se reemplazarán los ingresos faltantes por cuenta de los tres días sin IVA y la devolución del impuesto?
La política fiscal es muy fluida, en algunos momentos unos sectores requieren más recursos que otros y es lo que tenemos que ponderar. Pero habrá que hacer recortes o tomar decisiones de mayor austeridad, pero yo diría que esta es la especialidad de la casa. Generar el mayor impacto posible y las políticas públicas más redistributivas con unos recursos que siempre son escasos, pero siempre cumpliendo nuestra ley de responsabilidad fiscal.
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