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El precio promedio del platillo se ubicó en $43.429 para el inicio del semestre. Cali, Cartagena y Cúcuta, con los precios más altos
El jueves de esta semana, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, presentará los resultados de la inflación para julio, que dará pistas sobre lo que se espera sea el comportamiento de este indicador para el segundo semestre.
Con este escenario de fondo, LR presentó una nueva edición del tradicional Índice del Pollo Asado, IPA, el cual prevé que el indicador repuntaría para el séptimo mes del año.
En julio, el precio promedio del pollo asado fue de $43.429, entre las siete ciudades capitales que se toman para hacer el índice económico. Este valor representa un incremento mensual de 2,3% frente a los $42.452 y un alza anual de 16,98%.
Durante el séptimo mes del año, las ciudades con el pollo asado más caro fueron Cali ($56.833), Cartagena ($ 47.633) y Cúcuta ($ 43.933). En cambio, solo Tunja ($27.500), fue la única capital en donde el precio retrocedió en su comparativa anual con un revés de 13,79%.
Este análisis del IPA ofrece versiones mixtas frente a las expectativas que tienen los analistas especializados.
Los expertos del mercado consultados por Citibank aseguraron en la nueva edición de la encuesta mensual de expectativas para julio de 2024. Según el documento, los expertos prevén que la inflación del mes sea de 6,95%, lo que representaría una leve reducción frente al mencionado dato actual de 7,18%. Para este mes apuestan por un dato mínimo de 6,76% y un dato máximo de 7,13%.
Esta encuesta también ofrece nuevas perspectivas sobre el panorama que prevén las firmas de investigaciones económicas sobre las perspectivas para lo que resta de año.
Los analistas prevén que la inflación cierre en promedio en 5,70%, ligeramente por arriba de sus perspectivas previas de 5,67%. Ahora, la apuesta mínima es de 5,20% y la máxima alcanzó un valor de 6,20%.
Andrés Langebaek, director de Estudios Económico de Grupo Bolívar, aseguró que desde la entidad prevén “Estamos esperando un dato d e 0,36% de variación mensual y 7,03% en la variación anual”.
Para el analista, la división de arriendos y servicios públicos, junto con restaurantes y hoteles impulsarían el dato mensual. Mientras que, por el contrario, “los alimentos podrían sorprender con una variación negativa debido a la disminución de las frutas y las legumbres”.
Un estudio presentado por el grupo de investigaciones de Bancolombia establece que, a partir de la fecha, el proceso de desinflación será más lento y estará mayormente ligado a cómo se comporte la indexación de precios.
El informe plantea que los motores que permitieron una rápida corrección del IPC entre marzo de 2023 y abril de 2024 ya se habrían agotado. “Ese rápido descenso del indicador ha estado mediado por una corrección del exceso de demanda, la moderación en los choques de oferta y el buen comportamiento de las expectativas”.
El grupo de investigaciones económicas de Bancolombia asegura que, con los motores de la desinflación apagados, “la evolución del indicador depende casi exclusivamente de la indexación a la inflación ya causada”.
Vale apuntar que este proceso se refiere al fenómeno donde los precios se ajustan a partir de la inflación pasada o actual, “tal que le da una persistencia en el tiempo a la inflación en ciertos rubros, en particular al de servicios”.
Es importante resaltar que este rubro representa la mitad de la cesta de consumo, con 49%. Le siguen los componentes de bienes (18,6%); regulados (17,2%) y alimentos (15,2%).
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