El Invima pone la lupa sobre las condiciones sanitarias de las carnicerías

Los nuevos brotes de aftosa en el territorio han hecho que las autoridades sanitarias refuercen sus trabajos para garantizar el correcto consumo de carne en el mercado local. El director del Invima, Julio Aldana, hizo un recuento de los avances hechos y los planes actuales.

¿Qué ha pasado con las plantas de sacrificio?

Con el Decreto 1.500 se buscaban estándares altísimos que permitieran al país abrir camino a los mercados internacionales, todo sobre la base que es el núcleo central, que es la salud pública de los colombianos. En el marco del 1.500, se paso de cerca de 1.600 plantas a 559 centros de sacrificio.

¿Cómo va el cumplimiento de la normatividad?

Ahora estamos viendo que de esas plantas que queda, no más de 21 ya cumplieron la totalidad de los requisitos del Decreto y las restantes están en el proceso gradual de cumplimiento de los requisitos sanitarios.

¿Qué porcentaje del mercado es ilegal?

Ese es otro tema. Nosotros dejamos una planta en un municipio, porque se alega desabastecimiento, pero al revisar el consumo, es mucho mayor a la capacidad del área de influencia de esa planta, ¿de dónde sale el resto de carne? Ahí tenemos que avanzar pensando en la salud pública de los ciudadanos.

¿Cómo lo harán?

A partir de octubre las secretarías de salud deben estar vigilantes y dispuestas para hacer la inspección de los expendios. Así como el tema de las buenas prácticas ganaderas es competencia del ICA, las plantas son competencia del Invima, la competencia del transporte y el expendio está en las secretarías de salud, para cumplir con cadena de frío. Esta es nuestra herramienta, pedir responsabilidad del consumidor a la hora de su consumo.

¿Cómo atacar ese consumo?

Es complejo, si cerramos una planta, los animales comienzan a ser sacrificados en los potreros y se vende como fresca, impactando la salud pública de los colombianos. Sin la ayuda de la responsabilidad ciudadana no podemos contener este flagelo.

¿Cuántas carnicerías se tienen identificadas?

Hasta el momento, el Invima cuenta con un reporte de 6.660 expendios y 5.728 vehículos de carne y productos cárnicos comestibles, los cuales han sido inscritos antes las entidades territoriales. Pero tenemos que sentarnos con los entes territoriales y hacer un inventario de cuántos expendios hay realmente, para avanzar en el cumplimiento de la cadena.

¿Y cuántas se han podido impactar?

En los últimos dos años, 2.822 carniceros se han capacitado en todo el país. En este mismo periodo de tiempo, cerramos 208 mataderos que estaban poniendo en riesgo la salud de los colombianos y se decomisaron más de 400 toneladas de carne en mal estado.

¿Qué medidas adicionales se pueden tomar?

El Gobierno tiene que tomar acciones, y lo que creo como director de la agencia sanitaria es que no se deben bajar los estándares. Quienes se acrediten, que sigan haciéndolo, pero debemos incentivar a los otros a subir ese estándar, de tal manera que, si bien no acceden a los mercados internacionales, se puede garantizar la inocuidad de los productos.

¿Hay distorsiones en el mercado por la ilegalidad?

Las plantas que cumplen con lo exigido tienen mayores costos por kilo que las que no lo están haciendo. Cuando vamos a esas plantas, encontramos dificultades presupuestales.