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Así quedarían los precios del diésel al cierre de 2025
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La cartera económica señaló que un ajuste de $2.000 en el precio del Acpm, solo agregaría 0,3% a la inflación de este año
El precio del galón de diésel podría superar los $15.000 para finales de 2025 debido a los incrementos que planea hacer el Gobierno Nacional. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, no logró un acuerdo con los transportadores de carga y afirmó que el precio aumentará en $6.000 de forma gradual hasta finales del próximo año.
La cartera también señaló a través de sus canales digitales que, un ajuste de $2.000 “solo añadiría 0,3 puntos porcentuales a la inflación de 2024”.
Luego, afirmó que el objetivo del ajuste es alinear el valor del producto al promedio del precio internacional.
Frente a esto, Adrián Garlati, economista y profesor de la Universidad Javeriana, explicó que, “el ajuste de $2.000 en el segundo semestre de 2024 significa 21% en aumento en Aceite Combustible para Motores Pesados, Acpm, lo que es bastante”.
“Puede haber un aumento en tarifas de combustibles; pero a largo plazo la probabilidad de que haya reformas tributarias para cubrir huecos fiscales va a disminuir”
Señaló que en inflación anual puede no ser tan significativo el ajuste; “no creo que haya un alza en la inflación porque el ajuste del precio tiene impacto en el transporte del producto, y el más sensible de esos bienes son los alimentos; las ciudades pueden registrar un aumento del costo de esos productos, pero pueden no ser tan elevados”.
Garlati dijo que para esa fecha se van a acumular tres incrementos que se harían de manera consecutiva; “entonces habría que ver cómo evoluciona el traslado del aumento de los precios del diésel a los alimentos, y puede que quizás la inflación total no tenga un gran incremento pero los precios de los alimentos pueden registrar algunas alzas”, concluyó Garlati.
Por su parte, Diego Gómez, analista de economía local en Corficolombiana, afirmó que, “nuestros cálculos apuntan a que un aumento de $2.000 en el Acpm tendría un impacto entre 30 y 35 puntos básicos en la inflación total”.
También, mencionó que “el efecto en diésel es indirecto y relativamente bajo si se compara con el ajuste en los precios de la gasolina. Ahora bien, de los otros $4.000 que se anunciaron para 2025, aunque eventualmente son un riesgo al alza para la inflación, no creemos que revierta la tendencia desinflacionaria en 2025”.
El ministro de Hacienda afirmó que habría tres incrementos semestrales que se harían de forma consecutiva. El primer aumento de los precios de diésel será en 2024.
Por ello, en el marco del Foro LR sobre el lanzamiento del libro ‘¡Hay país!, prospectiva económica 2050’, Bonilla afirmó que “vemos que no hay posibilidad de un acuerdo con los transportadores y la brecha total es de $6.000. Lo que sí está acordado con ellos es que no se puede hacer el mismo ejercicio que con la gasolina de subir mensualmente”.
En consecuencia, el jefe de la cartera manifestó que será inevitable que en 2024 se haga el ajuste, “el déficit va a ser de $12 billones, es $1 billón mensual que registra la brecha”.
Desde inicios de 2024, se planteó que las finanzas públicas estaban atravesando por una difícil coyuntura, y uno de los temas era el Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles.
En este punto, Garlati explicó que “los precios de los combustibles eran estables porque eran sostenidos por subsidios; ahora el Gobierno decidió retirarlos gradualmente y lo que sucederá es que se registren los precios de mercado; entonces, bajo este panorama, lo que puede haber es un aumento en tarifas de combustibles, pero a largo plazo la probabilidad de que haya reformas tributarias para cubrir huecos fiscales va a disminuir”.
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