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El jefe de la cartera, Ricardo Bonilla, asistió a un debate de control político del Congreso, en el que defendió el articulado
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, defendió ayer el avance de la reforma pensional en un debate de control político en el Congreso y aseguró que, así se apruebe el articulado tal como está, se necesitará otra en 30 años.
El jefe de la cartera también criticó la gestión de los Fondos de Pensiones y aseguró que, del total de los ingresos, casi nada se destina al ahorro.
Según las cuentas del jefe de la cartera económica, el año pasado se recaudaron $48 billones por concepto de pensiones, de los cuales $15 billones fueron de Colpensiones.
Agregó que las AFP recibieron $33 billones, de los cuales, $10 billones se destinaron a costos de administración, “que es plata que no le entra a los usuarios. Y cuando los usuarios se van del sistema esa plata no se les devuelve”, aseguró el ministro.
Bonilla añadió que de los ingresos totales de los fondos de pensiones, $2,5 billones se fueron a devoluciones, que son las personas que pidieron que les devolvieran su dinero.
Además, $7,5 billones se destinaron para pagar a sus pensionados, bajo las dos modalidades, por retiro programado o por renta vitalicia. Y $13 billones se fueron en los traslados de sus usuarios hacia Colpensiones.
“Por este lado, no hubo incremento del ahorro. Hoy en día, el ahorro de los fondos son los rendimientos acumulados”, aseguró el ministro Ricardo Bonilla.
El jefe de la cartera también contestó a las alertas de los congresistas y gremios sobre el impacto fiscal que tendrá la reforma pensional y dijo que, en todos los estudios que se han realizado, se analiza el costo que tendrá en 2070 y 2100. Pero dijo que para entonces, ya se necesitaría otra reforma.
“Ninguna reforma es absoluta en el tiempo. Eso significa que, cuando acá presentan unas cifras sobre el impacto fiscal que va a tener en el tiempo, lo están llevando a 2100, como si la reforma fuera infalible de aquí a 70 años”, dijo el ministro Bonilla.
“Ninguna reforma es infalible ni eterna, hay que volver a hacer otras cosas dentro de 30 años”, añadió el funcionario.
Bonilla agregó que la reforma solo tiene un costo fiscal en su pilar solidario. Dijo que si se quita este pilar, el contributivo y semicontributivo generarían ahorros a la economía nacional, de aquí a 2070, pero que si no se hace nada en 30 años, el costo fiscal sería muy alto hacia 2100.
En el mismo debate de control político en la Comisión Tercera del Senado, el Comité Autónomo de Regla Fiscal, Carf, actualizó sus cálculos sobre la presión que dejaría la reforma en el pasivo pensional en el mediano y largo plazo.
El director del Carf, Andrés Mauricio Velasco, señaló que, si se aprueba la reforma tal como está, el pasivo pensional en 2100 será del 146,8%, lo que significa 40,3% más de lo que sería sin una reforma pensional (106,4%).
Sin embargo, el informe del Carf reconoce que el pasivo pensional sería mayor sin la reforma en 2025 (42,7%), que con el texto aprobado en el segundo debate (33,4%).
Velasco añadió que solo el pilar solidario costaría alrededor de $4,3 billones anuales, lo que representa 0,3% del PIB.
El pilar semicontributivo también generaría una necesidad de gasto que empieza en 0,2% del PIB y asciende a 0,9% del PIB en 2065.
}Y el pilar contributivo le costaría más al Gobierno de lo que hoy cuesta el esquema de prima media del sistema de pensiones.
Velasco explicó que esto se explica porque aumenta la población de la que el Gobierno es responsable, el sistema público pagará pensión a más adultos mayores y recibirá menos aportes.
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