El pasivo del relleno sanitario Doña Juana asciende a los $55.868 millones

La apertura de un nuevo proceso licitatorio para el esquema de basuras en Bogotá quedó empañado por una crisis en el relleno sanitario Doña Juana, que no tiene origen solo en los problemas en el manejo de los residuos y las comunidades, sino en la situación financiera del operador.

El último informe de la Superintendencia de Servicios Públicos, correspondiente al estado financiero de 2015 del Centro De Gerenciamiento De Residuos Doña Juana S.A, arroja algunas cifras poco positivas, a pesar de haber utilidades, lo que justificaría el incremento en las tarifas de aseo que anunció la Administración Peñalosa.

Según este documento, las ganancias que arrojó Doña Juana en 2015 fueron de solo $367 millones, cifra contrastada con los altos pasivos y gastos en los que debe incurrir esta prestadora de servicios.

Sus pasivos totales suman $55.868 millones, lo que se traduce en que su estructura financiera está apalancada a través de terceros en 89%, mientras que solo 11% de su estructura corresponde a capital accionario, lo cual “denota un elevado nivel de endeudamiento”.

Este parece ser uno de los motivos de la administración para buscar un incremento en la tarifa del servicio de aseo, tal como indicó el alcalde, buscando dar solución a los recursos que se reciben para el tratamiento del relleno.

Peñalosa anticipó que “hay un problema de recursos y nosotros necesitamos un relleno que funcione perfectamente, que no sigamos teniendo problemas como el derrumbe de 2015, que inició el problema de hoy; con vías en buen estado”.

De hecho, entre 2015 y 2014, si se excluye una adición que recibió el operador para obras en un sector del relleno, hubo una reducción de cerca de $1.400 millones en los ingresos, por cuenta de una disminución “en el número de toneladas dispuestas en los últimos meses respecto al año anterior”.

En ese sentido, la administración defiende el incremento de tarifas que estaría entre 21% y 27% para los sectores residenciales y de 31% para el comercio y la industria.

Para el concejal Manuel Sarmiento, en este momento hay un problema de salud grande, pues no hay un buen funcionamiento del relleno, más allá del incremento en las tarifas.

El concejal argumentó que el operador del relleno “ofreció cumplir obligaciones con la tarifa actual. Con ella ganó el contrato y ahora la Alcaldía acepta subirla”, lo que calificó como un “incumplimiento descarado“ por parte del Centro de Gerenciamiento.

¿Cómo van los residuos?

Hace dos años, en 2015, el relleno recibió más de 2,1 millones de toneladas de residuos de ocho municipios de la Sabana de Bogotá.

La capital del país puso 2,1 millones, de los cuales, según señaló Luis Guillermo Plata, presidente de ProBogotá, “más de 40% de lo que va al relleno es vidrio, papel, cartón y plástico. Si se aprovechan más los residuos, las ganancias que se podrían tener crecerían”.

Según destacó Plata, al relleno le queda una vida útil de cinco años, por lo que un mayor aprovechamiento prolongaría la existencia de Doña Juana.

¿Cómo será la ampliación del relleno?

En el informe de la Superservicios se establece que la fase II del relleno estaría en 2022, si se tiene en cuenta que “en 2014 la CAR otorgó a la Alcaldía Mayor de Bogotá (Uaesp), la licencia ambiental para la construcción y operación del proyecto Optimización fase II”, de varias zonas del Relleno Sanitario Doña Juana, “con una capacidad determinada en 16 millones de metros cuadrados, y una duración estimada del proyecto de 7,6 años”. Justamente, la administración viene comprando predios vecinos, ofreciendo $25 millones por cada vivienda, lo que no ha gustado a los residentes cerca al relleno; aunque para la Alcaldía, la ampliación es un tema “inminente”.