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La mejora en la productividad debe consolidar al país con cerca del 12% de la producción global.
Uno de los grandes desafíos para el sector caficultor es la mejora de la productividad con base en la renovación de cafetales. Esto permitiría pasar de 18 a 21 sacos de café producidos por hectárea.
Así lo explicó Roberto Vélez, gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), en el 85° Congreso Cafetero que se desarrolla en Manizales (por primera vez fuera de Bogotá tras la reforma a los estatutos del gremio aprobados este año), en donde señaló que se perdió esta temporada en materia de renovación, pues se preveían cerca de 90.000 hectáreas intervenidas y al final de 2017 solo serán renovadas 70.000 en total.
Por eso, uno de los principales retos para el sector es establecer estrategias sólidas con definición de prioridades para elevar la productividad, ya que “es preciso mejorar el promedio en el país cafetero y pasar de 18 a 21 sacos por hectárea. Pequeños esfuerzos que podrían ayudar a esa meta de establecer a 2030 una producción cercana a 17 millones de sacos, y llevar a todas las regiones a esos niveles que tienen Antioquia, Caldas o Risaralda”, dijo Vélez.
Es así como se puede avanzar en la sostenibilidad y una mayor rentabilidad para el sector en Colombia, que, a nivel mundial, ve que es necesario incrementar la producción, pues la cosecha global en este año fue de 155,8 millones de sacos, 1,7% menor con respecto a la temporada cafetera anterior. Esto representa un déficit global de 1,1 millones de sacos, de acuerdo con datos de la FNC.
“La demanda de café en el mundo debe crecer alrededor de dos millones de sacos por año. Si se quiere alcanzar ese 12% de nuevo, es necesario producir de dos a tres millones de sacos más en Colombia, con la mejora en la productividad y la renovación de cafetales”, agregó el gerente de la FNC.
Para este propósito y con proyección a 2024, el gremio cafetero presentó al Gobierno un plan que prevé la renovación de 100.000 hectáreas anuales, con recursos por $60.000 millones, y que se aportarían en 50% como incentivo a la capitalización rural y una línea de crédito especial, mientras que la parte restante se haría con los recursos propios de la FNC.
Además de esta meta, en el marco del 85° Congreso se señalaron otras prioridades para el sector caficultor como la corresponsabilidad en las cadenas de producción; las expectativas sobre el manejo de los recursos para vías terciarias en zonas cafeteras por $530.000 millones; las propuestas de manejo ambiental entre las que destaca el Plan 100-100 que apunta a que la producción sea 100% sostenible a 2027; así como el fortalecimiento del comercio exterior que favoreció que la cosecha tuviera un valor de $7,8 billones y se consolidara como el mayor registro en 30 años. Otro de los retos corresponde a incrementar el consumo interno, que actualmente es de 1,8 millones de sacos al año.
Las tareas para incrementar la producción
El aumento de la productividad también incluye actividades que incentiva la FNC, como el aumento en la recolección, así como aspectos que apuntan a incrementar la calidad del café y continuar con el control de plagas como la roya o la broca. “La poscosecha va teniendo más importancia para adquirir sabores y perfiles distintos en los cafetales, que amplían las fronteras a los exportadores y abren nuevos mercados en el exterior”, indicó el gerente de la FNC, Roberto Vélez. En este sentido, la producción de café sostenible también es una prioridad para los comités departamentales.
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