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Un total de 1,1 millones de hectáreas de las 18,4 millones aptas para la actividad agropecuaria en el país cuentan con este servicio
Los distritos de riego son quizás unas de las obras de infraestructura más importantes para la agricultura nacional. Con estas construcciones los productores del campo nutren con agua sus cultivos por medio de un sistema que moviliza el líquido constantemente optimizando así su productividad al no tener que depender enteramente de la lluvia.
Pero, contrario a lo que se creería y dada la efectividad de estas obras, en Colombia solo 1,1 millones de hectáreas de las 18,4 millones aptas para la actividad agropecuaria cuentan con este servicio, es decir solo 6% de todo el territorio nacional cuenta con la cobertura de estas adecuaciones.
Dichos datos revelados por la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra) y el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder) reflejan entonces no solo la poca tecnificación que tiene el campo colombiano actualmente, sino también, lo atrasado que está el país frente a otras naciones latinoamericanas en donde han adoptado políticas públicas para aprovechar estratégicamente las áreas potenciales para ADT como el caso de México que tiene una cobertura de 66%, Chile con 44%, Perú con 40%, Brasil con 18% y Argentina con 15%.
Y es que, si analizamos a profundidad la situación del territorio nacional frente a la adecuación de tierras, encontramos que de los 780 distritos de riego que tiene el país, solo 578 se encuentran operando, es decir que casi 30% de estas obras no funcionan (202).
Entre las razones para que más de 200 distritos de riego no funcionen se encuentran la infraestructura en mal estado que requiere rehabilitarse, complementarse o modernizarse; concesiones de agua vencidas; asociaciones de usuarios que no funcionan; comunidades que no quieren continuar con el distrito; cambios en el uso del suelo en los planes de ordenamiento territorial y distritos de pequeña escala usados principalmente como acueductos.
Pero, ¿a qué se debe la poca cobertura?
De acuerdo con el diagnóstico presentado en el Conpes en 2018 “Política De Adecuación De Tierras 2018-2038”, los principales elementos que han influido en la baja cobertura en adecuación de tierras en Colombia son: fallas de información para la toma de decisiones; descoordinación interinstitucional en el desarrollo de proyectos y gestión de los distritos existentes; ausencia de criterios que promuevan una mayor eficacia y eficiencia de las inversiones destinadas a ADT; deficientes recursos asignados para el sector y específicamente para la adecuación de tierras y sobre todo que no hay una entidad encargada exclusivamente para desarrollar la adecuación de tierras en Colombia, como en su momento fue el Instituto Colombiano de Adecuación de Tierras- INAT, hoy liquidado.
Finalmente, y ante dicha situación la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) explicó que Colombia necesita tener una entidad dedicada a ejecutar la política de adecuación de tierras, teniendo en cuenta las diferentes intervenciones que implica la prestación de este servicio público y, por ende, mayor asignación de recursos para ello.
“Se hace necesario implementar los lineamientos del Conpes para dinamizar el sector con gestión de información para mejorar la planificación, implementación, seguimiento y ejecución de los proyectos integrales de ADT”, puntualizaron desde la agencia.
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