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Edna Bonilla, exsecretaria de Educación
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Edna Bonilla, exsecretaria de educación, hizo una radiografía durante su gestión y destacó que más de 40.000 estudiantes accedieron a la educación posmedia
Aunque Colombia se rajó en las pruebas Pisa, ubicándose sexto en el top 10 de Latinoamérica, en Bogotá los resultados mejoraron y, según Edna Bonilla, exsecretaria de educación, el Banco Mundial envió una evaluación a la entidad asegurando que la capital será en unos años la mejor ciudad en estos exámenes de Latinoamérica. LR habló con la exfuncionaria sobre los resultados y principales desafíos durante su administración.
¿De cuánto fue el presupuesto para el cuatrienio?
Nosotros tenemos el presupuesto más alto para la educación de toda la historia, pero no inercial sino real, porque le apostamos no solo al funcionamiento, sino pedimos en dos ocasiones un cupo de endeudamiento. Fue de $23 billones para este cuatrienio y viene acompañado de la ejecución más alta, con 99,91%.
¿Cómo dividieron ese presupuesto?
Más allá de ser un instrumento técnico, los presupuestos materializan las apuestas políticas, invertimos en educación y al interior tenemos unas prioridades. El presupuesto de la educación es inflexible, tenemos 90% de rigidez, que es lo que nos valen las nóminas, los servicios públicos, la administración y la operación de los colegios.
¿Cuáles fueron las principales apuestas?
Tenemos ‘Jóvenes a la U’, un programa que va a tener 40.000 nuevos beneficiarios estudiando en 51 instituciones de educación superior con un apoyo para su sostenimiento, lo que nos costó $1,8 billones.
Privilegiamos siempre a la universidad pública y trabajamos de manera armónica con las privadas, que nos aportaron cerca de $500.000 millones para que sea una realidad.
“Hicimos la inversión en educación más alta en la historia de Bogotá. Como la capital ha honrado el propósito de poner la educación en primer lugar, la ‘vara’ era muy alta, y la dejamos aún más arriba”.
¿Cuál fue la mejora en infraestructura?
La segunda gran apuesta tiene que ver con infraestructura educativa, dejamos 35 colegios entregados antes de finalizar 2023, 25 en construcción, contratados y financiados completamente, y 10 más en diseño. Bogotá queda con 70 nuevos colegios que pueden ser o nuevos o restituidos; es decir, algunos que ya existen, pero que tienen condiciones difíciles, los tumbamos y aprovechamos el lote.
Construimos los colegios donde Bogotá necesitaba, sobre todo en el borde occidental, principalmente en Bosa, con 14; Suba, con siete; y Engativá, con 10.
¿Mejoraron en el rubro de alimentación escolar?
El Programa de Alimentación Escolar en Bogotá vale alrededor de $650.000 millones al año, de ese total Bogotá financia 92% y el restante por Sistema General de Participación. Gracias a esto 100% de los niños y niñas tienen acceso a su refrigerio escolar. Somos el mejor PAE del país.
Cuando llegamos a la ciudad habían solo 160 comedores escolares, hoy tenemos 221. Los niños no solo van a estudiar y divertirse, sino también a comer.
¿Y en deserción escolar?
Tenemos la menor tasas de deserción de toda la historia desde que tenemos mediciones, además tenemos cupo para todos los niños y niñas. Necesitamos seguir construyendo colegios para que estén cerca al lugar de residencia.
¿Qué tal le fue a Bogotá en las pruebas Pisa?
Según lo que nos informó la Ocde, Bogotá mejoró en ciencias y lectura. A nivel general, en matemáticas todos los países bajaron, con un promedio de 15 puntos, pero Bogotá bajó solo siete puntos. Eso quiere decir que tenemos que trabajar y no bajar la guardia, pero nosotros en la próxima medición ya estaremos a nivel Ocde. Somos de las pocas ciudades un Latam que no descendió, sino que, por el contrario, subió. Hemos trabajado para que en el país mejoremos los resultados.
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