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El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros señaló que el fondo de estabilización tiene recursos, y que este año quedaría listo un nuevo Conpes para el sector.
Pese a que 2019 cerró como el año con la tercera producción de café más alta de la historia, valorada en $7,2 billones, el sector quedó con un sabor agridulce pues ese flujo de dinero no ha impactado a los municipios cafeteros como se esperaría. Así lo dijo a LR, Roberto Vélez, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros.
¿Cuál es el balance de 2019?
El año pasado tuvimos una producción más grande de la que esperábamos, que era del orden de 14,3 millones de sacos, y llegamos a 14,8 millones, lo que sin duda es un hito que no se había visto en 27 años. Pero eso no quiere decir que al cafetero le entró muchísima plata o que estemos tranquilos porque subió el valor de la cosecha a $7,2 billones. Lo cierto es que nosotros tuvimos un primer semestre muy malo donde tuvimos que buscar el apoyo del Gobierno y dinero del Incentivo Gubernamental para la Equidad Cafetera (Igec), para poder subir el precio por encima de $700.000 por saco. Es cierto que terminamos el año con mejores resultados de producción y de precio, pero no necesariamente desde el punto de vista del ingreso del productor y de la rentabilidad de la caficultura.
¿Qué expectativas tiene para este año?
Nosotros hemos venido profesando mantener una renovación de por lo menos 10% del área cafetera por año, lo que significa entre 80.000 y 85.000 hectáreas. En 2019 llegamos a 83.200 hectáreas y ese ejercicio, que hemos hecho con cierto grado de consistencia en los últimos cinco años, permitirá que, básicamente, esté garantizada la producción de café de Colombia entre 14 millones y 14,5 millones de sacos anuales para los próximos tres o cuatro años, si las condiciones climáticas así lo permiten.
“El precio del año pasado dejó un sabor agridulce porque la subida se dio cuando habíamos vendido la mayoría. La economía de nuestros municipios está deprimida”.
¿Cómo ha aumentado la productividad por hectárea?
En los últimos seis años hemos aumentado la productividad de 14 sacos por hectárea a 21 sacos por hectárea y con este último dato de producción, un poco más. Ese es un aumento importante y ya no estamos lejos de Brasil que tiene 29. Desde el punto de vista de precio es muy trabajoso saberlo porque dependerá de qué pase a nivel internacional. Brasil tiene bienalidad en las cosechas y en 2019 tuvieron una pequeña, por lo que este año viene la grande y eso tendrá efectos en el precio. Además, el ingreso dependerá de como esté la bolsa y de dónde esté le precio del dólar que el año pasado llegó a $3.500 y hoy ya lo tenemos por el orden de $3.300.
¿Está listo el fondo de estabilización de precios?
El fondo ya está creado, ya el Gobierno le está haciendo transferencias al fondo por lo que contamos más o menos con $200.000 millones y el sector cafetero le pondrá otros $30.000 millones. El funcionamiento todavía no lo tenemos pero, ya que los precios del café están aún por encima de los niveles de costo de producción, todavía no se necesita. Tenemos que afinar el funcionamiento del fondo. Este va a tener una junta directiva y ella será la que termine definiendo los detalles.
¿Cómo va el Conpes del café?
Estamos empezando a delinear cómo sería con el DNP. Esperamos que terminemos el año con un documento que apoye la política cafetera, no de corto plazo, sino de largo plazo.
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