Estas serían las cuentas que deberán hacer las madres para su mesada pensional

En el artículo 36 del proyecto de reforma pensional radicado ante el Congreso de la República, se establece un beneficio en semanas para las mujeres que tengan hasta tres hijos.

Tal como se formula en el documento, esta medida se da como un reconocimiento al trabajo no remunerado que realizan las mujeres.

Es decir, aquellas mujeres que tengan la edad mínima (57 años), pero que no cuenten con las semanas de cotización requeridas en Colpensiones (1.300), podrán acceder a un bono de 50 semanas de cotización por cada hijo natural o adoptado. Aplicará para máximo tres hijos, es decir, 150 semanas.

En principio, para los expertos es positivo el reconocer desde el sistema pensional que estas mujeres realizan un trabajo importante, pero que no se remunera. Así lo resaltó Javier Almanza, experto en derecho laboral y docente de la Universidad del Rosario. “Es una actividad que debe ser reconocida como de tipo laboral. Sin embargo, es incierta su implicación en el mercado pensional y si es sostenible a futuro”, dijo.

Las madres, entonces, deberán empezar a hacer las cuentas para su pensión, pues serán beneficiarias si han cotizado, llegan a la edad y no alcanzan a cumplir las semanas del componente de prima media, es decir, 1.300. Tal como lo explican los expertos, eso significa que una mujer de 57 años que tiene tres hijos debe haber cotizado por lo menos 1.150 semanas para poder acceder al beneficio, o tendrá que trabajar más años.

“Si la mujer de 57 años llega, en el nuevo régimen, con 1.150 semanas y solo tiene un hijo, llega sin los requisitos de pensión en Colpensiones y le dan un bono, por que tiene un hijo, entonces llega a las 1.200 semanas. Igual no tendría los requisitos y tendría que cotizar un año más, no se pensionaría a los 57 sino a los 58 años”, explicó Julio César Iglesias, analista pensional.

Según el experto, para las mujeres que actualmente cotizan en los fondos privados no se estaría presentando un beneficio real, pues hoy se pueden jubilar con 1.150 semanas en el Rais. “En este último caso no hay un beneficio real. Si tienen hijos podrían descontar ese golpe de aumento de semanas por el cambio de régimen. Y si tienen tres hijos pues el efecto sería nulo. Sin embargo, sabemos que cada vez son menos las mujeres que tienen tres hijos”, afirmó.

Y es que hay que tener en cuenta la estructura sociodemográfica del país, pues, de hecho, cada vez son menos las mujeres que llegan a tener tres hijos.

Según un estudio del Dane sobre la evolución de la fecundidad en Colombia, en 1993 el país presentaba a nivel nacional una fecundidad de 3,36 hijos por mujer en promedio. Para 2005 esta fue de 2,33 y para 2018 de 1,95 hijos en promedio. Este último, según el último Censo Nacional de Población y Vivienda (Cnpv) de 2018. Es decir, Colombia llegó a una tasa global de poco menos de 2 hijos por mujer, que según se señala en el informe, no alcanzaría para reemplazar una generación por otra de igual tamaño y cuyo resultado a largo plazo es de un crecimiento demográfico nulo. Habría que hacer el ejercicio de identificar específicamente a qué tipo de mujeres beneficiaría la medida.

Lo cierto es que, aunque en Colombia la tasa es de dos hijos por mujer, en las zonas rurales llega a 2,71 hijos, esto según el Cnpv de 2018.

Si se analiza por departamentos, Vaupés (5,21), Guainía (3,91), Amazonas (3,50), Vichada (3,46) y Guaviare (3,09) son los cinco departamentos del país donde hay un nivel de fecundidad de más de tres hijo por mujer. Precisamente, estos mismos departamentos son los que encabezan la lista en el índice de pobreza multidimensional. En Guainía, por ejemplo, este índice llega a un nivel de 64,8%.

En ese sentido, también es clave aumentar la formalidad de mujeres en las diferentes zonas del país, para que coticen y, al final, puedan acceder a una mesada pensional, dicen los expertos.

Andrés Moreno Jaramillo, analista financiero, considera que se debería generar un espacio para que estas mujeres puedan generar ingreso y por ende ahorros, pues al ser madres cabeza de hogar, suelen estar dentro de los grupos afectados por la informalidad laboral. “Se debe incentivar el ingreso, el ahorro y la igualdad de género”, concluyó.