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Precisamente ayer la concesión entregó cuatro nuevas locomotoras R22 en las que invirtió US$10 millones, que fueron traídas desde Sudáfrica. Actualmente operan con clientes que llegan al puerto de Buenaventura y llevan la mercancía hasta el municipio de Yumbo, de allí hasta las inmediaciones de Cali o Palmira, o al resto del país.
“Sabemos que existe un represamiento de carga en la sociedad portuaria pero no hemos iniciado aún el transporte de alimentos perecederos. Ya iniciamos conversaciones con ellos pero principalmente movilizamos acero, granos y contenedores con otros productos, desde afuera hacia adentro. Y desde el interior movilizamos azúcar y cemento”, dijo Pilar Rodríguez, gerente general del Ferrocarril del Pacífico.
Más allá de la coyuntura de la inmovilización, Rodríguez señaló que con la adquisición de los trenes que permiten movilizar 23.000 toneladas al mes, se pasará a mover 80.000 toneladas en el mismo periodo y así llegar a la meta de mover un millón de toneladas al año.
Las locomotoras tienen la capacidad de arrastrar entre ocho y 30 plataformas de carga, lo que equivale a entre 320 y 1.200 toneladas que transitarán por una vía de 341 kilómetros.
La concesión tendrá una vigencia de 15 años más, para completar 30 años de operación, después de recibir un contrato que generó deudas de $26.000 millones y que fueron subsanadas a raíz del respaldo como inversionista mayoritario de la firma suiza Impala.
Alejandro Costa, gerente de Impala Colombia, dijo que a través de FDP la compañía puede reforzar su oferta multimodal hacia Buenaventura. A esto se suma que se está tramitando un permiso ambiental para que a partir 2016 se puedan movilizar hidrocarburos.
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