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Un tema importante ante la propuesta de Petro son las implicaciones para que la comunidad puedan sostener el servicio en el tiempo
Ante la sugerencia que hizo el presidente, Gustavo Petro, sobre la posibilidad de que la conectividad de internet quede en manos de las juntas de acción comunal y no de grandes empresas como Movistar o Claro, fueron varios las dudas que surgieron sobre la viabilidad de la medida, así como las consecuencias e implicaciones que esto tendría.
“Hay otro tema que son las comunidades de conectividad. Aquí también convocaría a los jóvenes en el barrio, que son los expertos en manejar aparatos tecnológicos. Si aquí llega la fibra óptica que irradia una señal, entonces uno con la clave del Wi-Fi se conecta. ¿Esas redes de fibra óptica aquí quien las pone? Estamos acostumbrados a que es Claro o Movistar o no sé qué, ¿Y porque no la puede poner la acción comunal?”, apuntó Petro.
Y es que, aunque para el mandatario la instalación y manejo de las redes no es algo tan complejo como para que no lo puedan manejar la junta de acción comunal, la realidad es que los costos y modelos de negocios de dicha operación resultarían algo complejo de realizar.
“A qui la pregunta no es si la comunidad sería capaz de realizar esta instalación, sino que tan viable es el modelo de negocios, pues en este momento los grandes operadores de infraestructura de telecomunicaciones trabajan con los generadores de contenido que son quienes realizan la inversión para poder desplegar la red”, explicó Leonardo Betancur, profesor investigador de la UPB.
Agregando que, “manejar una red gigantesca con millones de usuarios es mucho más rentable que una empresa pequeña, y no es que no sea viable y fácil de hacer, sino que es más costoso ”, apuntó Betancur.
Por otro lado, y en cuanto los costos de construcción e instalación, Norman Muñoz, administrador de una empresa de operación de internet y TV en Antioquia, explicó que para poder hacer una instalación se debe garantizar la capacidad interna de la operación y, de acuerdo con la tecnología, eso tiene un costo que está en promedio entre $450.000 y $500.000 por usuario.
Otro costo sería la construcción de la planta externa “para esta se debe tener una ocupación de por lo menos 25%, es decir que con un equipo que da para conectar 1.000 usuarios, deberías conectar por lo menos a 100, y para una planta que te brinde esas condiciones necesitarías en promedio $120 millones solo en construcción”, explicó Muñoz.
Un tema importante ante dicha propuesta son las implicaciones y la viabilidad de que las juntas de acción comunitaria puedan sostener el servicio en el tiempo. Entre las implicaciones se tiene que la comunidad pierda capacidad de negociación porque no tendrían como negociar en bloque las megas que van a distribuir, además de no poder comprar a mejor precios los equipos.
Sin olvidar la contratación de un experto para el tema de administración de redes que también tendría un costo adicional.
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