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El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano De La Rosa, resaltó que la infraestructura hotelera pasó de 140 a 300 establecimientos
Durante el Foro LR “Diálogos que Suman por Colombia: Barranquilla - Empleo y Turismo”, el gobernador del Atlántico, Eduardo Ignacio Verano De La Rosa, destacó la necesidad de cambiar la visión del turismo, al promover una estrategia de integración regional que permita a los visitantes experimentar una oferta más amplia y diversa.
“Más que como ciudades turísticas, debemos visionarnos como región turística. Si nos vendemos como paquete, seremos más atractivos para el turista. Nos falta una articulación más concreta para poder ofertarnos como región turística”, afirmó Verano De La Rosa, y subrayó la importancia de la colaboración entre ciudades clave como Barranquilla, Santa Marta y Cartagena.
La propuesta de Verano De La Rosa no es solo un cambio en la perspectiva de la oferta turística, sino un llamado a la acción para que los actores locales trabajen conjuntamente. El gobernador destacó que, en los últimos años, la infraestructura hotelera ha crecido de forma significativa, pasando de 140 a 300 establecimientos, lo que ahora les permite recibir a más de 16.000 visitantes.
Sin embargo, este crecimiento exige una estrategia más efectiva para atraer grandes eventos y lograr que los turistas prolonguen su estadía. “No teníamos la visión de nuevos hoteles. Hoy la oferta hotelera es grande, y ahora estamos trabajando en que la gente dure un día más. Nos hemos convertido en un gran centro comercial, de salud y gastronómico”, resaltó el gobernador.
Martha Lucia Noguera, gerente general del Hotel Dann Carlton Barranquilla, se refirió a los avances de Barranquilla en el turismo y el compromiso de las autoridades locales, pero resaltó algunos retos pendientes. “A nivel nacional, Barranquilla y el departamento han hecho una labor extraordinaria. En el desarrollo del turismo primero tiene que haber un desarrollo local, y ya tenemos mucha gente hablando y queriendo visitarnos”, mencionó Noguera. Sin embargo, insistió en que se requiere un esfuerzo económico y estratégico para que Barranquilla y el Atlántico se posicionen en los catálogos de turismo internacional.
Noguera también destacó la necesidad de mejorar las operaciones terrestres para facilitar el turismo de eventos. “Esos congresos, que son la apuesta ahora de Barranquilla, necesitan de operaciones terrestres que no tenemos, y eso requiere un esfuerzo del sector privado en alianza con el sector público”, explicó. Indicó que para potenciar el turismo en Barranquilla es fundamental contar con una red de apoyo sólida: “La gente está convencida de que hay atractivos, pero falta una red y necesitamos un gran empuje de lo público”.
Desde la perspectiva de las agencias de viaje, Jessica Arévalo, directora ejecutiva de Anato, planteó el reto de posicionar a Barranquilla y el Atlántico en el mercado global. “Actualmente le estamos apostando a trabajar en el turismo receptivo. Tenemos 4,4 millones de visitantes extranjeros, con un crecimiento de 10%. En toda la Costa Caribe estamos en 800.000 visitantes hasta septiembre, con un crecimiento de 23%, pero cerca de 82% se concentra en Bolívar”, explicó Arévalo. Esta concentración de turistas en otros destinos de la región demuestra la necesidad de promocionar el Atlántico para atraer más visitantes y distribuir la demanda de manera equilibrada.
Otro desafío que Arévalo mencionó es la sostenibilidad y seguridad. “Tenemos que buscar la forma de venderlo de manera sostenible. Además, otro reto es mejorar la percepción de seguridad. Para el turista, tanto nacional como extranjero, es importante sentirse seguro”, enfatizó. La sostenibilidad, en particular, se ha vuelto un tema prioritario para atraer a los turistas internacionales, quienes valoran prácticas ambientales responsables.
Jesús Pérez Benito-Revollo, director ejecutivo de la RAP Caribe, subrayó la importancia de una planeación turística que respete la sostenibilidad y potencie la calidad de los servicios. “En la estructuración del Plan Estratégico Nacional, se definieron cinco líneas estratégicas de acción, destacando la productividad de la región y la protección de nuestros ecosistemas. Y allí se cruza el turismo, en donde el reto es aumentar la oferta de servicios de calidad,” señaló.
La articulación entre el sector público y el privado fue otro tema central. Para Pérez Benito-Revollo, el trabajo conjunto es clave para consolidar un turismo sostenible y seguro que sea atractivo para los inversores. “La clave fundamental y la mayor apuesta radica en la articulación entre los actores involucrados. Es esencial facilitar el entendimiento entre el sector productivo, encargado de realizar las inversiones, y el sector público, responsable de garantizar que los servicios públicos y la seguridad se brinden de manera óptima,” enfatizó.
El turismo en la región Caribe tiene el potencial de generar empleo y desarrollo económico, pero exige un cambio en la mentalidad tanto del sector empresarial como de los gestores públicos. “Hoy el turismo llega exigiendo prácticas sostenibles, sobre todo el internacional. Esto implica un cambio de mentalidad del empresariado”, comentó Noguera. Además, sugirió que los hoteles y demás operadores turísticos deben adaptarse a estas demandas, al implementar prácticas de sostenibilidad que respondan a las expectativas de los visitantes.
Verano De La Rosa concluyó enfatizando que el éxito del turismo en el Atlántico no depende solo de la belleza natural y la infraestructura, sino de la capacidad para construir una identidad regional coherente y atractiva para el turista. “A nosotros nos ha tocado construir los atributos para ser atractivos a ese turismo que queremos atraer. Si sabemos vendernos como región turística, seguramente la gente se quedará esos dos días más. Tenemos que producir un proceso de encadenamiento con Cartagena y Santa Marta,” explicó.
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