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Los datos revelaron que la oferta energética lograría un equilibrio, pero no se podrá prescindir de combustibles fósiles.
Datos de la Upme revelaron que la oferta lograría un equilibrio mayor al actual, comparado con la utilización de fuentes no convencionales y combustibles fósiles
Un informe de Corficolombiana reveló la oferta energética para el consumo final hasta 2052. Los datos están basados en proyecciones de la Unidad de Planeación Minero Energética, Upme. La corporación financiera destacó que las fuentes no convencionales de energía irán en crecimiento, y que la oferta petrolera decaerá desde 2032 de manera progresiva.
Para la organización, los datos de la Upme revelaron que la oferta energética lograría un equilibrio mayor al actual en cuanto a la utilización de fuentes no convencionales de energía renovable y combustibles fósiles, llegando a igualar la oferta de petróleo y gas, pero en ningún caso la oferta energética de 2052 señaló que se podría prescindir de combustibles fósiles.
El consumo total de energía pasará de 1.277 petajulios que hubo en 2022 a 1.862 en 2050, lo cual significaría un crecimiento anual de 1,4%. El incremento esperado es de 45,8% y superará en más de 8% el consumo promedio del anterior Plan Energético Nacional. Los datos revelaron que la oferta para 2052 estará compuesta por gas natural, carbón mineral, biomasa, electricidad, petróleo y derivados, e hidrógeno.
Si se hace un enfoque en cada una de las fuentes, la electricidad reportará un crecimiento en su participación de 18,3% que hubo en 2021 a 35,4% en 2050. Corficolombiana señaló que esto sería una buena noticia en la medida, en que la generación de energía eléctrica se haga a través de energías limpias y renovables.
En cuanto a combustibles líquidos, habrá una disminución en la participación en el consumo total, el cual registró 45,9% en 2021 y tendrá una participación de 28,3% en 2050. La entidad expuso que el consumo diario de barriles de petróleo en 2050 sería de aproximadamente 236 kbped, lo anterior sería posible teniendo en cuenta el nivel de conversión de las refinerías.
La entidad mencionó que la producción cercana ronda en 774 kbped, con lo cual hay una clara disminución frente a 2052, y también se advierten riesgos en la sostenibilidad fiscal; ya que, este recurso aporta a las finanzas públicas porque parte de su obtención es exportada; las proyecciones señalaron que la producción del recurso declinará en las siguientes décadas.
En cuanto al gas, habrá un alza en su participación, la cual se encontró en 2021 en 16,8% y será de 24,7% en 2050. La corporación recalcó que al no tener excedentes para exportar, cualquier baja en la producción deberá ser compensada con importaciones, lo que significaría el sometimiento a mercados internacionales.
“El gas natural es el combustible de la transición y está llamado a sustituir el consumo del carbón y de combustibles líquidos del petróleo que son más contaminantes”.
Andrés Gallego, analista de Investigaciones en Corficolombiana, mencionó que con los descubrimientos de Sirius o Papayuela, proyectos de gas en el Caribe, la participación no cambia porque se hace referencia a la demanda, y esta seguirá siendo la misma. Para Gallego lo que cambiará es si el recurso se obtiene de fuentes locales o de importaciones.
“Tener más gas de origen local garantiza mayor seguridad y soberanía en este recurso. Pero contar con gas no basta, debe haber volúmenes que permitan garantizar un precio competitivo, y con los anuncios realizados se podrían tener buenas señales en dicho sentido”, argumentó Julio César Vera, presidente en XUA Energy.
El exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, manifestó que el gas natural es considerado el combustible de la transición energética, y según él, está llamado a sustituir el carbón y el petróleo. En cuanto a otras fuentes, Corficolombiana resaltó que estas reportaron 18,8% en 2021 y disminuirían 11,6% en 2050; estas incluyen biomasa y residuos, carbón mineral y coque, e hidrógeno.
El informe mencionó que según Naciones Unidas, la inversión para lograr la reducción de emisiones y adaptación al cambio climático está entre 7,7% y 12,7% del PIB de 2020 a 2050. También, apuntó que si el desafío de alcanzar carbono-neutralidad no se aborda adecuadamente, se podría perder hasta 27% del PIB de 2019 a 2050.
“Se va a demandar más electricidad proveniente de fuentes no convencionales, en una perspectiva en la cual la inteligencia artificial va a disparar la demanda por electricidad”, concluyó Acosta acerca de los desafíos que tendrá el sector.
Corficolombiana apuntó que el sector transporte será el gran consumidor de energía y participará con 45,7% del consumo total. Los datos de Unidad de Planeación Minero Energética detallaron que la industria participará con 25,8%, el sector residencial tendría 13,7%, el terciario sería de 6,5% y otros tendrían una participación de 8,3%.
Corficolombiana recalcó en la necesidad de la transformación del parque automotor, para llevar la transición al sector transporte y cumplir con la meta de descarbonización.
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