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El tope regulatorio tendría que modificarse si participa la italiana
Si bien hasta la fecha la única empresa que habría manifestado su interés en ser inversionista-operador de Electricaribe es la italiana Enel, su presidente ejecutivo, Francesco Starace, le habría dicho a medios que no emprenderían este proyecto solos, sino que buscarían un aliado colombiano experto en distribución.
“Nadie puede tomar este problema y solucionarlo solo, estoy convencido de esto. Es algo que se puede intentar en el sistema colombiano si estamos dos muy bien enfocados, pero a través de una compañía que solo se encargue de eso, y se enfoque en eso. Así podemos intentarlo”, mencionó.
Para Ricardo Roa, experto en el sector energético, es raro que busquen un aliado local cuando en el país tienen a su filial Codensa. “Es raro que hagan esas afirmaciones, a menos que estén pensando en un aliado de gran tamaño”, dijo.
Si este es el caso, esos nombres podrían ser Celsia, Brookfield o hasta Empresas Públicas de Medellín (EPM), nombres que estaban en el sonajero desde que el Estado planteó la búsqueda de un inversionista-operador de la comercializadora y distribuidora de energía de la Costa Caribe.
Vale la pena destacar que, si Enel continúa en el proceso de adquirir la operación de Electricaribe, será necesario que se modifiquen los topes regulatorios de integración vertical, ya que, con Codensa, el grupo italiano tiene 23% del mercado y si adquiere Electricaribe tendría 47%, superando el límite de 25% de participación.
Al respecto, Starace dijo que por el momento la prioridad es encontrar el aliado local, para luego definir la participación que tiene cada uno en el negocio y si uno se encarga de la distribución y el otro de la comercialización.
“Esa regulación deberá definirse pronto y por el momento no hay nada claro. Es urgente que se resuelva esta situación, justo cuando hace 20 años Electricaribe fue intervenida por los mismos motivos actuales. Sin embargo, que una empresa tenga cerca de la mitad del mercado puede causar problemas de competencia”, señaló Roa.
Es probable que el cronograma para escoger al inversionista de Electricaribe se retrase, pues como el pasado 2 de noviembre solo se presentó Enel Américas a la puja, la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios recomendó al agente interventor que se extendiera el plazo para pronunciarse sobre este proceso hasta el próximo 30 de noviembre, de manera que se puedan evaluar más alternativas.
“Que haya interesados en adquirir Electricaribe es una muy buena noticia por la situación compleja en la que está la empresa”.
Se pueden presentar quienes cumplan con los requisitos técnicos y financieros, como un número de usuarios superior a 600.000 y un patrimonio superior a US$500 millones.
La decisión de ampliar la fecha se tomó tras analizar las implicaciones que tendría para el mercado de energía que un único oferente hubiese manifestado interés, así como el impacto que tendría en la competencia.
La ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, ha dicho que la inversión necesaria para mejorar el servicio y la infraestructura en esta región del país es de $700.000 millones al año.
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