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Las lluvias constantes, además de episodios como los observados en La Calera, también podrían traer consigo un aumento generalizado de precios en los alimentos
El último fin de semana se caracterizó por ser quizá uno de los más lluviosos de los últimos años según las autoridades distritales y nacionales, como el Ideam.
No fue por otra razón que el municipio de La Calera, aledaño a Bogotá presentó una contingencia por las avalanchas de tierra e inundaciones que se presentaron en la vía que los une con la capital. Resultado de esto, dos personas perdieron la vida, según los últimos reportes de las autoridades.
Lo que dice el Ideam
La mayoría de los modelos que utiliza la entidad nacional para hacer sus predicciones del clima, predicen que las Temperaturas en la Superficie del Mar (TSM) -clave para estas previsiones- se mantendrá por debajo de lo normal cuando se está pasando por el fenómeno de La Niña.
Esta TSM, dijo la entidad, iría por lo menos hasta enero o marzo de 2023, lo que traduce que las lluvias serían constantes por lo que queda del año y al menos el primer trimestre del próximo.
“Se puede dar por hecho que el comportamiento meteorológico, por lo que resta del año, estará influenciado por la evolución que le queda al fenómeno de La Niña”.
Yolanda González Hernández, directora del Ideam, afirmó que aunque predecir el momento de este tipo de transiciones bastante complicado, sigue existiendo incertidumbre en el sector sobre cuánto tiempo puede durar el fenómeno de La Niña.
“Los datos preliminares nos dicen que es posible que continúen durante el invierno del hemisferio norte, lo que muestra una probabilidad muy alta de que el evento actual se convierta en la primera La Niña de ‘triple inmersión’ del siglo XXI es decir, tres inviernos consecutivos”, dijo.
Las probabilidades, según González, se elevan entre 72% cuando se refieren a que las lluvias lleguen hasta diciembre de este año y febrero del próximo; y una de menos de 55% de que lo hagan entre enero y marzo de 2023.
Al respecto, según la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien declaró calamidad pública en la capital por las lluvias, los ciudadanos, al menos de la ciudad, dijo, se “van a tener que acostumbrar a vivir con las lluvias al menos hasta febrero de 2023. O al menos eso es lo que nos dicen los expertos”.
Lo que dicen los agricultores
Las lluvias constantes, además de episodios como los observados en La Calera, también podrían traer consigo un aumento generalizado de precios en los alimentos y demás productos transportados por carretera.
Según Francisco Javier Salcedo, gerente general de Corabastos, es posible que las lluvias no solo afecten cultivos como las hortalizas y las leguminosas y por ende disminuyan su oferta en el mercado -en la medida que inunde las hectáreas sembradas-, sino también otros aspectos como las vías.
“Con las lluvias como están hoy, el cierre de carreteras es constantes (como la vía La Calera-Bogotá), y esto termina impactando el precio en la medida que el precio del componente de transporte sube”, dijo.
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