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El informe, que indagó a 142.570 habitantes de Bogotá y los municipios aledaños, concluyó que el indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) disminuyó entre 2011 y 2014. En el primer año, el porcentaje era de 5,2% mientras que el año pasado se redujo a 4,2%. “Cuando uno está por debajo de 6%, a este nivel, bajar un punto es casi una proeza. Lo logramos hacer en este periodo y tiene que ver con las políticas que se han adelantado”, dijo Gerardo Ardila, secretario de Planeación.
El NBI mide la disponibilidad y el acceso a los servicios básicos, mediante la evaluación de las condiciones de vida. Según Ardila, la reducción del indicador se debe, principalmente, a que bajó el hacinamiento crítico y la alta dependencia económica. En el primero, durante 2014, la encuesta registró 136.946 personas con esta condición, mientras que en 2011 se presentaron 180.312 personas. La primera encuesta de este tipo se había realizado ese año. En cuanto al número de personas con alta dependencia económica se redujo de 141.586 habitantes a 124.250 personas.
“Se ha logrado golpear de una manera importante la pobreza, sin embargo, los esfuerzos de inequidad no son suficientes para la movilidad social,”, señaló Edgar Cataño, director de ONU Hábitat en Colombia. El alcalde Gustavo Petro, al conocerse los resultados, reclamó que “todos los días algunos dicen que Bogotá es un caos, pero las cifras dicen lo contrario”.
En cuanto a educación, la encuesta reflejó que la asistencia escolar se mantuvo en niveles similares, aunque en algunos rangos de edad se presentó una disminución. Por ejemplo, entre los cinco a 11 años la asistencia bajó de 98,2% a 96,9% y entre los 12 y 15 años bajó de 97,3% a 95,4%. En contraste, en el rango de los 16 a 17 años la asistencia subió de 81,3% a 84,2%.
La encuesta también reveló que 98,6% de las personas de 15 o más años sabían leer y escribir en 2014. “Hay mucho por hacer, los desafíos son de largo plazo, pero se ha avanzado”, destacó Alfredo Sarmiento, director de la Misión Calidad para la Equidad del Pnud.
Petro también resaltó las cifras respecto al transporte público. El porcentaje de personas que utilizaron Transmilenio, para desplazarse a su trabajo, pasó de 22% a 30%, mientras que el uso de buses colectivos cayó de 45% a 27%, debido al Sitp.
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