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José Antonio Ardavin, jefe de la Ocde para América Latina, entregó una lectura sobre el futuro de las reformas sociales de Petro
La pandemia que enfrentó el mundo en 2020 marcó un precedente que debe ser resuelto con reformas sociales que no solo se están discutiendo en Colombia, al contrario, es una tendencia en América Latina.
Así lo aseguró José Antonio Ardavin, jefe de la división para América Latina de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ocde. El alto directivo visitó Colombia la semana pasada como parte de una agenda de encuentros con el Gobierno y el sector privado.
Colombia está teniendo un rol muy activo en poner los temas sociales sobre la mesa y eso es fundamental. Vimos que después de la pandemia hubo un impacto durísimo en la región, fue la que más empleos perdió y que tuvo una caída económica muy importante. Todo esto se tiene que ir tratando con reformas sociales de diversa índole.
Hay una gran parte de esta sociedad, aquí en Colombia, que ha sido llamada como economía popular, la cual trabaja durante muchos años y que desafortunadamente no tiene derechos porque ha estado en esta entrada de informalidad. Se necesitan herramientas de justicia también para poderles dar a ese tipo de personas una vejez.
La informalidad es un fenómeno muy complejo que no podemos simplemente caracterizar. A veces se pone una cifra.
En general, en América Latina se habla de que 50% de la población laboral o de la población activa está en informalidad, pero la Ocde, por ejemplo, ahora el Centro de Desarrollo, desglosó algunas cifras, por ejemplo, a nivel de los hogares, donde puede haber personas formales o no.
Entonces, ¿ese hogar es formal o no? Se ha visto que a veces llega a haber hasta 70% de los hogares que tienen una persona formal o que tienen cierta vinculación, por ejemplo. Es un tema complejo para abordar.
No es un tema de impuestos solamente. Desde luego, está la facilidad para pagar impuestos, para inscribirse en el registro nacional, pero también se necesitan muchos incentivos a la formalidad.
Desafortunadamente, a veces, la gente no encuentra necesariamente beneficios concretos en la formalidad y prefiere mantenerse apartado.
Entonces, hay que dar todo un paquete, que tiene que ver con créditos para que su trabajo y su empleo pueda verdaderamente fortalecerse, entre otro tipo de herramientas al tema.
Hay que prestarle atención a la economía del cuidado. Las mujeres tienen un gran problema para incorporarse al mercado laboral si no tienen la forma de garantizar que sus hijos están en cuidado.
También está el tema del embarazo temprano, que es una problemática que sucede en toda la región.
Todos superaron nuestras expectativas. La Ocde escucha a todos los actores del sistema, tanto al Gobierno, como los sindicatos y el sector privado. Coordinamos hacia lo mejor.
A lo largo de la charla, José Antonio Ardavin, jefe de la división para América Latina de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ocde, destacó que en la región está presente un marcado ritmo de reformas sociales buscando sanear las falencias que dejó la pandemia.
“Todo el mundo sabía que había informalidad, pero el virus mostró que la informalidad era un problema, porque era muy difícil llegar con apoyos a las personas. Entonces, yo creo que todo esto se está dando, desde luego, en gobiernos de todo tipo, y es una lectura positiva para la problemática regional”, apuntó Ardavin.
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