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Uno de los líderes sindicales más importantes de Colombia murió por covid-19, pero su labor por la igualdad laboral continuará
La pandemia ya dejó cerca de 52.000 muertes en Colombia y, día tras día, un promedio de 350 familias sienten el dolor y golpe del covid-19. En esta ocasión, de los cientos de decesos que ocasiona por día el virus, el hogar de Julio Roberto Gómez, quien fungía como presidente de la Central General del Trabajo (CGT) y fue uno de los dirigentes sindicales más importantes del país, llora su muerte.
Para millones de trabajadores colombianos y líderes gremiales, sindicales, sociales y políticos, el legado de Gómez prevalecerá por su lucha durante más de 30 años contra la desigualdad del mercado laboral, por el respeto por los derechos de los empleados y por la búsqueda de dignas y mejores condiciones para los asalariados.
Gómez nació en Cachipay (Cundinamarca) en 1951 y, después de ser seminarista, desde muy joven inició su vida laboral como operario en una empresa de tipografía, lugar en donde comenzó a desarrollar sus dotes sindicales. Al integrar sus pensamientos laborales y religiosos, a través de la teología de la liberación (que comprende combatir la pobreza por medio de la fe cristiana), ingresó a la CGT y desde hace 30 fue su presidente (1990).
Con importantes participaciones dentro del grupo fue ganando lugar dentro de los trabajadores y en 1990 se lanzó como candidato en la elección de miembros para la Asamblea Nacional Constituyente, posición que se le escapó por cerca de 5.000 votos. A pesar de no lograr ese objetivo, posteriormente ingresó al Polo Democrático, de la mano de Gustavo Petro y Luis Eduardo Garzón. La esfera política también rodeó su carrera y siempre estuvo presente en los debates sociales más importantes del país.
Por ejemplo, a través de las mesas de negociaciones anuales para el aumento del salario mínimo, Gómez siempre lideró la vocería de los sindicatos y buscó la mejora de ingresos para los trabajadores. En su última participación (2020), estructuró la propuesta de un sueldo básico de $1 millón para cada empleado.
Gracias a su reconocido desempeño sindical, en 2004 fue nombrado como presidente de la Central de Trabajadores de Latinoamérica y del Caribe, organización que representa a más de 20 millones de empleados, y, en 2008, fue delegado como presidente de la Confederación Sindical de Trabajadores de las Américas.
También se ratificó como miembro oficial de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y fue cofundador del movimiento Centro Independiente (2010), después de haber apoyado en las elecciones presidenciales de ese año a Gustavo Petro y a Juan Manuel Santos después.
Otra de sus últimas actuaciones más representativas las ejerció como uno de los promotores del paro nacional contra el Gobierno de Iván Duque y, aunque a lo largo de su vida tuvo varias diferencias con distintos dirigentes políticos, siempre fue un hombre que intentó propiciar espacios de diálogo para poder buscar soluciones concertadas.
Otra de sus pasiones, el fútbol, la plasmó como miembro principal de la Junta Directiva del equipo bogotano Independiente Santa Fe, institución de la cual fue hincha y que también valoró su labor dentro del club.
Fabio Arias, fiscal de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), uno de los compañeros de lucha más allegados al dirigente sindical, también lamentó su deceso y les envió un mensaje de solidaridad a familiares, amigos y trabajadores representados por la figura de Gómez.
“Un colombiano comprometido con los trabajadores, siempre buscando el mejor beneficio para el país, siempre bien intencionado. Descansa en paz querido Julio Roberto”.
“Otro gran líder y amigo, de quien admiré su lucha ponderada y constante por el bienestar y el cumplimiento de los derechos de los trabajadores”.
“Desde orillas diferentes del espectro político y económico fueron personas que hicieron importantes aportes al país y a sus instituciones en décadas de trabajo y servicio”.
“Hoy parte un colombiano conciliador, propositivo y con un gran liderazgo en temas laborales de nuestro país. Solidaridad con su familia y compañeros de las centrales sindicales”.
“Siempre estuvo dispuesto a abrir espacio para la conversación y escuchar las ideas contrarias a través de espacios de diálogo que permitieran avanzar en las políticas sociales”.
“Defendió el derecho de los trabajadores, buscó la mejoría de la clase trabajadora del país. Fue un hombre decente y que estuvo entregado a su trabajo”.
El presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), Bruce Mac Master, exaltó la labor de Gómez como un permanente interlocutor ante los empresarios desde la Comisión de Políticas Laborales y Salariales, y varias instancias o encuentros en debates de política pública y académica.
Otros de los legados y pasiones de Gómez
Julio Roberto Gómez también luchó por el fortalecimiento de la educación en Colombia y hasta el momento de su muerte también fungía como miembro de la Junta Directiva del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), al igual que presidente de la Junta Directiva de Cafam.
“Fue un defensor acérrimo de la igualdad laboral de las mujeres. Defensor, así mismo, del oficio del periodismo. Fue una persona jovial, cálida, comprometido con la defensa de los derechos de los trabajadores”, mencionó la CGT en homenaje a su partida
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