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El análisis hecho por la Universidad de los Andes reveló que ocho de cada 10 partículas contaminantes en el sistema fueron eliminadas
En 2019, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, anunció la entrada en operación de 1.441 buses, en su mayoría biarticulados, con estándar de emisión Euro V con filtro para tecnología diésel y Euro VI para tecnología de gas natural vehicular para las fases uno y dos del sistema de transporte Transmilenio.
Casi dos años después, la Universidad de Los Andes realizó un estudio ambiental que tuvo como fin determinar el impacto del nuevo parque automotor sobre la calidad del aire de la capital. El resultado de dicho análisis fue que, gracias a los mejores estándares de emisión y al uso de combustibles más limpios, se evidenció una mejora de 78% en la calidad del aire que respiran los usuarios de este sistema de transporte.
Lo anterior se traduce en que cerca de ocho de cada 10 partículas contaminantes que respiraban los pasajeros antes de la vinculación fueron eliminadas. De la misma manera, la mejora produjo reducciones del material particulado PM 2,5 en 78% y de hollín en 80%.
El estudio se hizo en el marco del desarrollo del memorando de entendimiento suscrito en 2019 entre Ecopetrol, Transmilenio y las secretarías distritales de Movilidad y de Ambiente.
Así, desde que entró la nueva flota de buses, Ecopetrol ha entregado en promedio 93.700 metros cúbicos diarios de gas natural para los buses y 1.100 barriles diarios de combustible (diésel de menos de 10 partes por millón de azufre).
Por esta razón, Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol, afirmó que el resultado del estudio obedece, en parte, a mejoras en los procesos de refinación y transporte, y a la incorporación del gas natural en los sistemas de transporte como Transmilenio.
“La incorporación de gas natural dentro de la canasta energética del sistema Transmilenio es un avance muy importante dentro del camino de la transición energética que queremos recorrer como país”, dijo Bayón.
La secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia, apuntó que Bogotá cuenta con una red de monitoreo robusta que indica cómo está la calidad del aire.
“Sin embargo, necesitamos entender mejor cómo funcionan ciertos microambientes y diseñar medidas más específicas. Buscamos consolidar el uso de microsensores que permitan medir la calidad del aire en espacios más específicos y resolver problemáticas locales de contaminación”.
Asimismo, el gerente de Transmilenio, Felipe Ramírez, expresó que los nuevos buses son más limpios y confiables, lo que permite prestar un mejor servicio a los usuarios.
A esta transformación se suma la adjudicación de 1.485 buses eléctricos, que según el secretario distrital de Movilidad, Nicolás Estupiñán, ya operan en las zonas más contaminadas de la ciudad, como Fontibón.
Las etapas para el desarrollo del análisis
Hay que anotar que la investigación se llevó a cabo en dos etapas. El primer periodo fue entre junio y agosto de 2019, donde se estableció que con la renovación de cerca de 50% de la flota troncal de las fases uno y dos de Transmilenio, ya se registraban reducciones de 50% en los niveles de material particulado y hollín, en comparación con la calidad del aire del sistema antes de la renovación.
La segunda etapa se desarrolló entre septiembre y noviembre de 2020, cuando ya circulaban 1.441 buses nuevos y habían salido del sistema 1.162 automotores tipo Euro II.
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