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El índice bajó a -34,3% por el deterioro de las condiciones económicas, los bloqueos en el paro y la poca demanda de bienes durables
De acuerdo con el más reciente reporte del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de Fedesarrollo, mayo registró el peor indicador en lo corrido del año y el segundo más bajo en su historia, al ubicarse en -34,3%, 0,1 puntos porcentuales menos de lo que se obtuvo en abril.
Desde que se creó el indicador, el peor dato ha sido el de abril de 2020, donde el resultado del análisis fue de -41,3%.
La baja en mayo se dio por una caída de 11,2 puntos porcentuales en el Índice de Condiciones Económicas y un aumento de 7,3 puntos en el Índice de Expectativas del Consumidor.
La encuesta también reveló, según el centro de estudios, que la compra de vivienda, electrodomésticos y vehículos durante dicho periodo contribuyeron a la variación negativa en 22,6, 6,5, y 7,5 puntos porcentuales, respectivamente.
El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, explicó que “los bloqueos generaron un deterioro en los indicadores de condiciones económicas, de cómo los hogares ven su situación y si consideran que es un buen momento para comprar bienes durables como neveras, lavadoras y televisores”.
Por otro lado, hay que resaltar que la afectación se da principalmente para el estrato socioeconómico bajo, ya que en el caso de los estratos medio y alto se reportó un aumento en los niveles de confianza.
Respecto a este fenómeno, Mejía explicó que una hipótesis es que el efecto de los bloqueos refleja su impacto en un incremento del costo de vida en los hogares de ingresos bajos.
“Cuando las personas no tienen empleo, no tienen capacidad de compra. En el momento en que consiguen una plaza de trabajo, prefieren no incrementar volumen de consumo. Eso afecta la demanda”
“En mayo, la inflación de hogares de ingresos bajos fue treces veces más que la inflación de hogares de ingresos altos”, apuntó el directivo.
Isidro Hernández, economista y magíster en Teoría y Política Económica de la Universidad Nacional y profesor de la Universidad Externado, comentó que es necesario verificar si hay una capacidad de compra al abrir la economía, lo que incide directamente en esta confianza del consumo.
“Los recursos de los hogares no darán paso a gran capacidad de compra”, dijo Hernández, agregando que el efecto consumo tendrá cabida acorde a la generación de empleo.
Para el docente, la inestabilidad económica hace que el consumidor sea más prudente, lo que se refleja en el ahorro en caso de que la reactivación no genere absorción de empleo.
Finalmente, Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, dijo que es positivo que las expectativas a seis meses mejoraran, pese a seguir en niveles negativos, lo que indica que los consumidores sienten que lo sucedido es temporal.
Disposición a comprar vivienda por ciudad
Durante mayo, el indicador de disposición a comprar vivienda se ubicó en -38,4%, lo que significó una caída de 22,6 puntos porcentuales frente al mes anterior. Las ciudades donde se registró una menor intención de compra para los inmuebles fueron Bucaramanga (30 puntos), Medellín (27,8 puntos), Bogotá (23,1 puntos), Barranquilla (21,0 puntos) y Cali (13,0 puntos).
Todos los estratos socioeconómicos tuvieron menor inclinación a la adquisición de propiedades frente al pasado abril. En el estrato bajo, se redujo 25,3 puntos; en el estrato medio, 22,6 puntos, y en el estrato alto, 0,7 puntos.
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