La Contraloría General de la República está en contra de un fracking irresponsable

El debate sobre la explotación de yacimientos no convencionales de hidrocarburos que se resumen en la práctica de la tecnología de fracturamiento hidráulico, mejor conocido como fracking, se ha enfocado en la dicotomía entre agua o petróleo, y por ello, el papel de las autoridades regulatorias es clave para ampliar el panorama y analizar cuáles son los impactos que tiene desarrollar este mecanismo que apoyan tanto la industria como el Gobierno.

En esa línea, el contralor General, Carlos Felipe Córdoba, manifestó en el marco del foro LR titulado ‘Petróleo y Gas, ¿qué se está jugando Colombia?’, que la entidad que él dirige está en contra de un fracking irresponsable, por lo que señaló que es necesario que aumente la información hidrológica y del subsuelo para tomar la mejor decisión para el país.

El fracking se debe “hacer cuando estemos listos, y hoy no estamos listos. Se necesita un pilotaje para ver qué hay en el subsuelo. Necesitamos tener unas líneas base de todo el mapeo hidrológico que tenemos nosotros, y saber, efectivamente, cómo está el país, para posteriormente ver cómo los vamos a impactar. Hasta no estar listos es preferible no hacerlo”, dijo Córdoba.
Así mismo, durante su presentación el Contralor hizo énfasis en que desde su entidad actualmente se propone un proyecto piloto de riesgos y beneficios, para hacer un diagnóstico del subsuelo. Y de esa forma, con la información que puedan suministrar esos planes, ayudar a que haya un fracking responsable, con cuidado del medio ambiente.

Con base en ello Córdoba dijo que la Contraloría no se opone a esta tecnología, porque el país ha avanzado en su reglamentación entre 2009 y 2017, pero señaló estar consciente de que aún hay vacíos legales en el conocimiento para saber si el fracturamiento hidráulico afecta o no los recursos acuíferos, por ello apuntó que “es más un tema de procedimiento que de reglamentación”.

En el foro LR, el funcionario dijo que la discusión sobre los yacimientos no convencionales es una alternativa ante las insuficientes reservas de petróleo y gas, pero llamó la atención sobre no solo pensar en rentabilidad, sino en la sostenibilidad, razón por la que criticó el hecho de que se hayan adjudicado unos bloques para fracking sin que el “país disponga de una línea base soportada”.

Puntualmente, Córdoba criticó que la distribución de esos bloques no fuera homogénea, por lo que es problemática la repartición dado que los bloques coinciden con las áreas donde el agua es más escasa.

La imperiosa necesidad de revisar los efectos desde un punto de vista técnico y probado, según el Contralor, radica en que el fracking ofrece riesgos como: la liberación de metales pesados e isótopos radiactivos; sismicidad inducida; problemas con el tratamiento, disposición y reinyección de fluidos de retorno y cuerpos de agua de producción, y efectos severos sobre acuíferos y cuerpos de agua superficial.

Con base en estos riesgos, la presentación del funcionario mandaba el mensaje que “es necesario declarar una moratoria en la aplicación de la técnica del fracking porque es fundamental sentar primero las bases de un aprovechamiento sostenible. No podemos improvisar”.

“Yo creo que cuando estemos listos se podrá mirar si podremos hacer el fracking o no en Colombia. Hoy no estamos preparados, pero no podemos cerrar la puerta a un piloto, pero evidentemente, el aprendizaje más claro es que cuando estemos preparados miramos si se hace o no”, dijo Córdoba al concluir su presentación.

En ese orden de ideas, el Contralor le dijo al presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, y de paso al Ministerio de Minas y Energía, que van en la misma línea y que la Contraloría no se opone si el fracking es bien hecho.

Al respecto, Germán Espinosa, presidente de Campetrol, aseguró que no ve mayores discrepancias con lo que ha planteado y elaborado la comisión de expertos, “por el contrario, de alguna manera con su estilo el Contralor sigue las recomendaciones que hace esta comisión con el firme objetivo de generar condiciones previas, luego hacer pilotos, luego evaluar los hallazgos y finalmente tomar decisiones”.

Destacó que este es un proceso que debe seguirse “en forma rigurosa y con mucha supervisión y control, esto sumado a todo el cuidado ambiental e inclusión social que este tipo de proyectos demanda en Colombia”, añadió el vocero.

Sobre cómo debería darse este proceso, el presidente de Campetrol resaltó que “lo más importante es que el Gobierno, que tiene ahora bajo su responsabilidad tomar las decisiones, las siga tomando como lo ha hecho hasta ahora, de forma juiciosa y cuidadosa. Con eso seguramente va a continuar con las recomendaciones de la comisión, eso ya se ha expresado y tendrán que ponerlo a blanco y negro para empezar el proceso en sí”, dijo.

Por último, Espinosa resaltó que este tipo de procesos no son nuevos y que ya se venían adelantando “desde hace mucho tiempo, no es que estemos en ceros ni mucho menos, hay una legislación muy solida, conocimiento e información”, añadió.

Rendimiento hídrico de Colombia es de 56 litros por kilómetro cuadrado
Para el contralor Córdoba “no se puede caer en el dilema de aumentar la producción de petróleos y sacrificar los recursos hídricos medioambientales”, esto, debido a que, según el Banco Mundial, Colombia es tercero en volumen de agua del planeta, y su rendimiento hídrico es de 56 litros por kilómetro cuadrado. La cifra dobla el promedio latinoamericano, que es de 26 litros por kilómetro cuadrado. “Esa cifra es una de las más importantes para entender el potencial del país” y que se debe cuidar si se hace fracking.