MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
La consultora recordó que la rutina de cualquier ciudad dependerá de tener un sistema de salud con pocas hospitalizaciones
Hoy se cumplen 58 días de cuarentena desde que fue decretada a nivel nacional por el presidente Iván Duque. A esto se suma que las medidas más recientes del Gobierno tienen que ver con desde junio se pasará a un aislamiento inteligente que dependerá de los gobiernos locales.
Cada alocución de Duque, al momento de extender la cuarentena ha tenido en común que siempre se suma un sector de la economía para volver a funcionar, y para los analistas, no es algo extraño, porque acabar el aislamiento debe ser gradual.
Así lo recordó McKinsey & Company en un reporte en el que dice que al reconocer los retos de cada ciudad o país, se puede hacer que las personas regresen a trabajar, mientras se están cuidando del covid-19. Pero también son claros que según su investigación, el riesgo del virus para las vidas “y los medios de subsistencia se resolverá por completo solo cuando suficientes personas sean inmunes a la enfermedad para evitar la transmisión, ya sea por una vacuna o por exposición directa”; o como lo han dicho investigadores, “el coronavirus seguirá y se debe aprender a vivir con él”.
Por eso, la consultora presentó una serie de matrices en las que se sugiere cómo puede avanzar un territorio de la inactividad total a la reactivación económica.
Aunque McKinsey & Company aclara que mientras no hay inmunidad, “los gobiernos que desean reiniciar sus economías deben tener sistemas de salud pública que sean lo suficientemente fuertes como para detectar y responder a los casos”.
La fórmula de la consultora detalla que el primer y más obvio factor para determinar la preparación es el número de casos nuevos en un área determinada. “Las regiones con una transmisión significativa en curso deberían esperar que el reinicio de la actividad económica solo conduzca a una mayor transmisión. Los números de casos y, lo que es más importante, las hospitalizaciones deben ser lo suficientemente bajos como para que un sistema de salud se administre individualmente en lugar de a través de medidas masivas”.
Sin fortaleza del sistema de salud no puede haber reapertura, así que detallan por lo menos cinco pilares básicos que pueden influir en una adecuada reapertura. Estos son: capacidad médica adecuada, especialmente de unidades de cuidados intensivos (UCI), para aquellos con enfermedad grave.
Capacidad de realizar una prueba de diagnóstico para el virus con un tiempo de respuesta rápido. Sistemas para identificar y aislar casos y contactos de manera efectiva, incluidas herramientas digitales para compartir datos críticos en tiempo real. Recursos médicos adecuados, incluidos médicos capacitados, camas y equipo de protección personal. Y por último, información pública que “eduque” a las personas con base en evidencia científica.
Así, dependiendo de la propagación del virus y el número de casos que se están reportando en las ciudades, y hasta los indicadores de fallecimientos, es que se puede optar por reabrir sectores.
Pero los analistas de McKinsey & Co. también sugieren que se deben priorizar sectores. “Las autoridades podrían definir la importancia usando métricas como nivel de empleo total, puestos de trabajo vulnerables o contribución a la economía”, dicen.
Los incrementos diarios en el almacenamiento disminuyeron 0,21 % entre 16 y 17 de noviembre, de acuerdo a las cifras del CAR
JP Morgan recientemente se refirió al riesgo país y la posibilidad de que S&P baje nuevamente el score crediticio al país
Las persistentes lluvias continúan alimentando las represas de agua, pero previo al arranque de diciembre, los embalses siguen sin acercarse a la meta de 70% de llenado