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La informalidad en el campo
AGRO

La informalidad laboral en el campo superó 80% entre noviembre 2024 y enero 2025

sábado, 22 de marzo de 2025

La informalidad en el campo

Foto: Gráfico LR

El Dane estima que en los centros poblados y rurales hay 4,8 millones de trabajadores, de los cuales 4 millones no cuentan con seguridad social

La informalidad laboral es uno de los principales problemas que enfrenta el campo colombiano. Según datos del Dane, en el trimestre de noviembre 2024 a enero de 2025, la informalidad laboral en el total nacional se ubicó en 56%, pero esta cifra es significativamente más alta en los centros poblados y rurales, donde alcanza 83,2%.

Esto significa que de 4,8 millones de trabajadores en el campo, más de 4 millones no cuentan con un empleo formal.

No obstante, pese a la alta informalidad, las zonas rurales no presentan tasas de desempleo tan elevadas como las urbanas. De acuerdo con cifras del Dane, el desempleo rural en enero de 2025 fue de 8,6%, mientras que el total nacional alcanzó 11,6%. Esto indica que, aunque muchas personas trabajan, lo hacen sin acceso a contratos formales ni protección laboral.

Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, comentó que desde el gobierno de Juan Manuel Santos, se ha propuesto la creación de un régimen laboral especial para que en el campo se reconozcan ciertas particularidades, y así se facilite la formalización.

LOS CONTRASTES

  • Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC_LR bn
  • Jorge BedoyaPresidente de la SAC

    “Propusimos un texto para que contribuyera a reducir la tasa de informalidad. Sin embargo, el gobierno de Petro desdibujó este texto y lo que generaba eran mayores problemas”.

  • Andrés ValenciaExministro de Agricultura

    “Formalizar el trabajo rural requiere del reconocimiento de que las actividades agrícolas y pecuarias son distintas al resto. Es un sector con marcada estacionalidad”.

Según Bedoya, la idea es establecer reglas que permitan que los empleadores contribuyan a la seguridad social de un mismo trabajador, sin generar cargas económicas, lo que termina desincentivando la formalización.

“El campo genera más de tres millones de empleos, pero más de 80% está en la informalidad. Un trabajador rural puede ordeñar en una finca en la mañana y recoger cosecha en otra por la tarde, pero la legislación laboral actual no lo permite”, advirtió.

El exministro de Agricultura, Andrés Valencia, explicó que una de las principales barreras para la formalización del empleo en el campo, es la alta proporción de trabajadores por cuenta propia que existen. “La informalidad laboral en las zonas rurales tiene muchos factores que la originan, pero uno muy importante es que una porción considerable de la fuerza laboral hace trabajos por cuenta propia, ya sea porque tiene su propio negocio, o su propia explotación agropecuaria. En ocasiones ese trabajador colabora en las labores de siembra y cosecha en el predio de su vecino, sin que medie una relación laboral formal”, señaló Valencia.

La informalidad en el campo
Gráfico LR

Bedoya agregó que la formalización del empleo rural requiere un régimen laboral adaptado a las condiciones del campo y no simplemente imponer nuevas regulaciones. Explicó que, debido a la naturaleza del trabajo agrícola, muchos trabajadores rurales tienen más de un empleador en un mismo día, lo que dificulta su afiliación al sistema de seguridad social bajo el modelo actual.

Además, Bedoya destacó que uno de los principales obstáculos para la formalización es la estructura del sistema de cotización y el costo que implica para los empleadores.

“Si no se ajusta el modelo de contribuciones y no se permite que los trabajadores coticen proporcionalmente al tiempo efectivamente laborado, la informalidad seguirá siendo la norma”, agregó Bedoya.

Para el exministro Valencia, el sistema actual de protección social está diseñado para depender del empleo asalariado, lo que dificulta la inclusión de los trabajadores independientes. “El empleo asalariado privado y público solo representa 20,4% del empleo total en las zonas rurales, mientras que en las cabeceras municipales es de 50%”, lo que hace que muchos trabajadores en el campo queden por fuera del sistema de seguridad social y no tengan acceso a beneficios como salud y pensión.

Cabe destacar que el impacto de la informalidad en el sector agrícola se traduce en baja productividad y dificultades para el desarrollo económico de las regiones rurales. Según Valencia, una gran parte de los trabajadores no tienen empleo estable durante todo el año, sino que se movilizan en función de las cosechas, como ocurre con los recolectores de café y los trabajadores del sector del aceite de palma.

“El porcentaje de trabajadores de tiempo completo es muy bajo y hay una movilidad muy alta a nivel nacional. Los cosechadores de café, por ejemplo, se mueven por todo el país siguiendo la cosecha cafetera”, agregó Valencia.

Bedoya concluyó que la falta de acceso a financiamiento y tecnología también afecta la capacidad de pequeños productores para formalizarse.

Los programas del Gobierno para reducir informalidad laboral en el sector

El exministro, Andrés Valencia, destacó que, dentro del Plan Nacional de Desarrollo, el Gobierno ha enunciado la necesidad de promover el trabajo decente en el empleo rural. Para ello, se plantea un modelo de aseguramiento y protección para los trabajadores del campo, que incluiría el acceso a los servicios del sistema de subsidio familiar y la posibilidad de recibir un subsidio de vivienda.

Sin embargo, aseguró que varias de estas medidas ya existían, como el subsidio de vivienda rural y el acceso al sistema de protección social.