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El gerente del emisor espera alcanzar meta de 3% a finales de 2019.
Todavía no se conocen los posibles efectos que podría generar a mediano plazo en la inflación los cambios en la composición de la canasta familiar que estrenó la semana pasada el Dane; sin embargo, tanto los analistas del mercado como el Banco de la República, que tiene como meta llevar el IPC a 3%, tienen claro que esta modificación reducirá la volatilidad de este indicador.
“Se reduce el peso de los alimentos de 28% a 24%, se genera un incremento del rubro de la vivienda de 30% a 37% y cae la ponderación del transporte de 15% a 12%. Es muy difícil saber si estas modificaciones van a aumentar o disminuir la inflación, pero lo que uno sí puede pronosticar es que va a ser más estable en la medida en que los alimentos eran muy volátiles y ahora pierden peso”, aseguró el gerente del Emisor, Juan José Echavarría, en la presentación del último informe sobre la inflación del Banco.
Esa misma postura defienden analistas como Camilo Andrés Durán, de Credicorp Capital, quien además piensa que la sensibilidad a los diferentes choques climáticos y a la tasa de cambio será menor con esta nueva composición. “También esperamos que la estacionalidad sea ligeramente más débil en los primeros cuatro meses del año”, indicó.
Contando con ese posible impacto y teniendo en cuenta riesgos inflacionarios debido a los precios de los regulados, la tasa de cambio o los efectos del salario mínimo, Echavarría pronosticó que la inflación podría estar cercana a 3% a finales de año, un dato más optimista a lo que pronostica el mercado.
“Hemos tenido muy buenas noticias en materia de inflación. Cerramos 2018 en 3,18% y en enero el IPC anual fue de 3,15%. A pesar de que los analistas esperan una variación anual de 3,5%, nosotros somos más optimistas. Entre las amenazas que ven está el incremento de 6% en el salario mínimo en cada uno de los dos últimos años y un fenómeno de El Niño moderado que podría elevar el precio de los alimentos. Además, el precio de los bienes regulados ha crecido a tasas superiores a 6% en los últimos años”, aseguró el gerente en la presentación.
“Como el rubro de los alimentos pierde de peso al pasar de 28% a 24% y este era uno de los más volátiles en la medición, la inflación sería más estable en adelante”.
Cabe destacar que en este informe, el equipo técnico del Banco redujo sus pronósticos para el precio promedio internacional del petróleo al bajarlo de US$73 por barril a US$63 y que revisó el pronóstico de crecimiento para la economía colombiana para 2019 desde 3,5% hasta 3,4%.
Igualmente, Echavarría mostró su preocupación por el déficit de cuenta corriente que para 2019 se estima en 3,9% ante un escenario de menores ingresos externos por exportaciones de bienes y un dinamismo estable de las importaciones. “El deterioro proyectado de los términos de intercambio y la leve desaceleración de los socios comerciales serían, en parte, compensados por los efectos positivos de la Ley de Financiamiento, sobre todo, en la inversión”, sostuvo.
Finalmente, en materia de tasas de interés el gerente recordó que en febrero la Junta Directiva del Emisor completará 10 meses sin tocar la tasa de interés de intervención que se ubican en 4,25% desde el pasado 30 de abril de 2018 y que para este año los mercados esperan dos incrementos.
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