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Se espera completar 35% al cierre de este año. La segunda línea será subterránea, la Alcaldía está recibiendo ofertas de empresas para su adjudicación
Ayer, Leonidas Narváez, gerente de la Empresa Metro de Bogotá (EMB), dio apertura a la fase de construcción del viaducto de la primera línea del Metro de Bogotá, el cual tiene una extensión de 24 kilómetros. La proyección es que en 2027 inicien las pruebas de esta línea y que en 2028 inicie su operación comercial.
Con corte a junio de este año, el avance en la primera línea es de 24,23%. Para diciembre se espera llegar a una ejecución de 35%; y para junio de 2024, 42%.
En cuanto a la segunda línea, a diferencia de la primera, será subterránea. Y contará con una inversión proveniente de la CAF de US$255 millones. En el momento, la EMB se encuentra en fase de recepción de propuestas de empresas interesadas en su construcción. Con este escenario de avance, la movilidad será un tema clave para las próximas elecciones a la Alcaldía.
De hecho, Jorge Robledo es uno de los aspirantes en las elecciones que ya expresó su punto de vista. “Como es obvio, si soy alcalde de Bogotá se cumplirá el contrato sobre el metro que esté vigente el primero de enero de 2024”, manifestó. Pero llamó a considerar que el Metro se haga subterráneo por la Avenida Caracas.
Por el contrario, Carlos Fernando Galán, candidato, coincide y expresó que “el Metro ya está en avance de más de 20% y próximamente comenzarán a construirse las pilonas. Cambiar de elevando a subterráneo pone en riesgo todo el proyecto”. Y es que, aunque aún falta un poco más de tres meses para las elecciones, y sin saber aún quien pueda ganar; los expertos insisten justo en eso, en dar continuidad al proyecto en el que hoy se ha venido trabajando.
“Sería muy costoso para la ciudadhacer cambios al proyecto como hoy se está desarrollando. Tomar esa decisión tendría impactos técnicos, políticos y financieros”.
José Stalin Rojas, experto en movilidad, señaló que “en la segunda línea del Metro hay consenso en que sea subterránea. Aunque no hay consenso en que la primera línea sea elevada, dado el avance que ya tiene retrocederla es inviable”.
Aunque Rojas afirma que habría sido viable que fuera subterráneo, el costo político de una modificación sería significativo. Pero aún con esto, el experto hizo énfasis en que la financiación del corredor verde está conectada a la financiación de primera línea, cuya licitación se abrirá el 31 de julio. “En el corredor verde también hay una gran discusión entre los diferentes sectores. Al nacer en la séptima, aún faltan estudios que den cuenta de su viabilidad técnica para buses y para tranvías”. Ante este escenario de obras relacionadas al Metro, Rojas considera indispensable que los candidatos den un mensaje claro sobre sus posturas para evitar incertidumbre sobre la continuidad.
Lo cierto es que, como están las cosas al momento, el Metro sería elevado con tramos subterráneos. Sobre el viaducto, Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos, aseguró que “el impacto más grande que suele tener es en temas de urbanismo. Va a suponer una gran dificultad, en especial en el tramo de la avenida Caracas. Aunque en el momento en que se planteó, el elevado era el modelo más viable”. Mariño agregó que en Bogotá el viaducto sí resuelve el problema de conectar el borde suroccidental con la zona centro-oriental.
Del proyecto del Sistema de Tren de Cercanías de la Sabana de Bogotá (Regiotram), el de occidente es el que en el momento va más avanzado, y se prevé que empiece a funcionar en 2026. Sin embargo, recientemente la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) decidió archivar la licencia del proyecto. Andrés Díaz, gerente de la Empresa Férrea, comentó que esperan que la licencia quede en orden a final de año. En cuanto al del norte, se proyecta tener el aval técnico y fiscal por parte de MinHacienda, para así iniciar el proceso de contratación aproximadamente en diciembre de este año.
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