MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Analistas del mercado aseguran que el diésel está frenando la caída de la inflación, por eso los gremios piden que los ajustes tarifarios se apliquen tras la reactivación
El diésel tiene en vilo a los sectores económicos, pues se acerca el momento en el que los gremios y el Gobierno se sentarán a discutir una posible alza. Este eventual incremento podría generar un nuevo revés en la inflación, pues se evalúan encarecimientos entre $500 y $4.500, lo que impactaría al IPC.
El más reciente reporte del Índice de Precios al Consumidor presentado por el Dane, con corte a junio, muestra que los combustibles para vehículos han contribuido 0,19% de la inflación en lo corrido del año. El balance de variación mensual fue de 0,26%, en el año corrido va en 5,71% y si se analiza de manera anualizada, el repunte ha sido de 23,78%.
Hay que señalar que el Gobierno ya le subió los precios del Acpm a los denominados grandes consumidores, que son aquellos que usan más de 20.000 galones de diésel al mes. A principios de agosto se sentirá el encarecimiento, que pretende emparejar el precio con las referencias internacionales.
“La medida no aplica en las bombas de gasolina, ni en los distribuidores minoristas. Esos grandes consumidores le compran directamente al distribuidor mayorista. Lo que se busca es poner el precio del diésel, para esos consumidores, a flotar con el mercado internacional”, explicó el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
La medida le ahorrará al Estado cerca de $50.000 millones mensuales, es decir, $600.000 millones anuales, y afectaría solamente a 150 empresas, que representan cerca de 5% de los grandes consumidores del Acpm en el país, y busca comenzar a cerrar el déficit del diésel en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles.
Desde Corficolombiana señalan que esta medida tendrá un riesgo para el proceso desinflacionario. Aunque el ajuste se limite a los grandes consumidores, afectando principalmente a las empresas, o a los trenes cañeros, el efecto sobre la inflación no será muy significativo.
Pero, si se llega a confirmar el ajuste generalizado del diésel para todos los consumidores, eso sí tendría consecuencias significativas en el IPC.
“Nosotros estimamos que la brecha es cercana a los $5.000 por galón, o un poco más, lo cual podría llevar a un aumento en la inflación al consumidor de casi 70 puntos básicos, aproximadamente”, explicó Julio César Romero, economista jefe de Corficolombiana.
Por su parte los gremios plantean que un eventual encarecimiento tendría negativas consecuencias para los colombianos. Si bien no desestiman que se deban ajustar las tarifas, los transportadores aseguran que hasta no tener una reactivación total de la economía, no deberían hacerse los incrementos.
Desde la Cámara Intergremial del Transporte, Unidos, dicen que muchos conductores ya están trabajando a pérdidas, por eso es que proponen ajustar la fórmula en la que se calculan las tarifas del diésel.
“Lo único que se ha hecho es exponer una fórmula que nosotros llamamos el Precio Colombia, para ver si podemos tener unas nuevas tarifas, teniendo en cuenta que somos productores, que refinamos y por eso no nos deben cobrar a precio internacional”, dijo Alfonso Medrano, presidente de Unidos.
Según Henry Cárdenas, presidente de Fedetranscarga, con esa fórmula se podría negociar que el Acpm suba hasta $500 por galón, en vez de $4.500, que es la propuesta del Gobierno.
Un informe del equipo de investigaciones del Grupo Bancolombia explicó que junto con el diésel, otros factores están presionando al IPC.
“Si bien la inflación anual de alimentos se ha incrementado, el aumento adicional frente a los niveles más recientes sería limitado, gracias al efecto estadístico y lo transitorio de los choques climáticos. Será clave evidenciar menos presiones por arriendos, servicios públicos y gradualidad en los aumentos discrecionales en el precio del Acpm”, dice el análisis.
Bruce Mac Master, presidente de la Andi, aseguró que en los próximos días presentarán un informe sobre la situación actual del sistema y su estado financiero
Ante un eventual incremento de 10% en los pagos de los trabajadores públicos, al Gobierno le costarán $3,59 billones adicionales en comparación a lo que pagó en 2024
La reforma al sistema es la prioridad del gobierno en las sesiones extras que iniciaron este martes y van hasta el jueves. Oposición pidió aplazar el debate