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El asesor de la reforma tributaria Ricardo Bonilla explicó cómo buscan que el pago de impuestos sea más progresivo y equitativo
En el segundo capítulo del programa ‘Conversaciones con Impacto’, esta vez se abordó el tema del ‘Impacto de la tributaria en los negocios’. En este espacio, el CEO de BDO en Colombia, Diego Quijano Vivas, y la socia líder de Tax y BSO también de BDO, Claudia Camargo, conversaron con Ricardo Bonilla, miembro de la Comisión Tributaria y magister en Economía Mundial, para entender como afectará la reforma al sector productivo.
Bonilla partió diciendo que no hay un momento inoportuno para aprobarse una reforma tributaria independientemente de los factores macroeconómicos internacionales, ya que señaló la urgencia de arreglar la financiación nacional. “No se puede seguir financiando con deuda, tiene que ser con impuestos, sobre todo directos. Es necesario revisar la estructura de cargas y la coyuntura debería servir para que el país vea la importancia de ajustarla”, dijo el asesor del proyecto de reforma.
Con la estructuración de las cargas se refiere a que se debe trasladar el peso tributario de las personas jurídicas a las naturales. Por está razón señala que la reforma no busca afectar negativamente a las empresas; y se apoya en que la mayoría de países de la Ocde tienen un sistema de tributación en el cual las personas naturales aportan 75% del impuesto de renta y las personas jurídicas 25%, mientras que en Colombia estaría sucediendo lo opuesto. “Para lograr el objetivo se va a requerir de varias reformas por el sentido correcto. Ojalá en un término de 10 o 15 años lleguemos al estándar Ocde”, dijo Bonilla.
Claudia Camargo le consultó sobre el concepto de presencia económica significativa que se introduce en el articulado, y si este no va en contravía con acuerdos en los que asume el compromiso de no crear impuestos a empresas digitales en tanto la tributación de las grandes plataformas llegara a países menos favorecidos.
Sobre esto, Bonilla explicó que lograr un impuesto mundial para las multinacionales sería lo ideal, pero teniendo en cuenta lo difícil que puede resultar, se necesita de instrumentos para lograr recaudo. “Las plataformas se están quedando con el mercado local, entonces ¿por qué no capturamos algo de estas?, el llamado de atención es que si tiene presencia económica significativa en el país, que pague aquí”.
Para terminar, Diego Quijano puso sobre la mesa los impuestos saludables, cuestionando si estos tienen un fin de salud o es otra forma de obtener un mayor recaudo a través de las empresas.
“La finalidad de los tributos dirigidos a atacar ciertos alimentos debe ser la modificación de los hábitos de consumo y financiar al sistema de salud, no un instrumento de mero recaudo”.
Para terminar, Diego Quijano puso sobre la mesa los impuestos saludables, cuestionando si estos tienen un fin de salud o es otra forma de obtener un mayor recaudo a través de las empresas.
A lo que Bonilla respondió, “en principio, el impuesto saludable no debería existir si hubiéramos tenido una mejor cultura de consumo, pero como no es así, el impuesto tiene como objetivo financiar la salud, tratar de corregir el mal”.
Indicó que no es un ataque a las empresas porque estas podrían estimular el cambio en el consumo ofertando bebidas no azucaradas.
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