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Para la calificadora de riesgo S&P, los frecuentes cambios en los objetivos de la regla fiscal han impedido crear un nivel de certidumbre en esta medida de control.
Los cambios en los objetivos y parámetros que ha tenido la regla fiscal desde su creación en 2011 han impedido anclar las expectativas fiscales del país para Standard & Poor’s. En ese sentido, el analista principal de la calificadora de riesgo para Colombia, Manuel Orozco, le dijo a LR que ya contaban en sus proyecciones con la última modificación del Comité Consultivo de hace dos semanas que permitió flexibilizar la meta del déficit al pasar 2,4% del PIB a 2,7% para este año, y de 2,2% a 2,3% para 2020.
¿El cambio de metas fiscales podría llevar a S&P a recortar la calificación de Colombia?
En la actualidad, el país tiene una calificación de BBB- con perspectiva estable. Nuestras proyecciones ya incorporaban un desvío de las metas establecidas en la regla fiscal. Éramos más conservadores y esperamos esta revisión debido a las presiones de la migración venezolana, la implementación de los acuerdos de paz. En nuestras revisiones siempre tenemos en cuenta la parte institucional, la fiscal, el perfil externo y la deuda, entre otros. La última revisión de la calificadora fue en diciembre de 2018.
¿Qué tanta credibilidad tiene la regla fiscal?
La regla ha ayudado a generar una mayor institucionalización del proceso presupuestal; sin embargo, no ha servido para anclar las expectativas fiscales ni tampoco ha sido lo esperado en cuanto a nivel de certidumbre debido a las revisiones frecuentes de los objetivos por parte del comité independiente. Por ejemplo, en mayo de 2018, extendió el plazo para lograr el objetivo de déficit estructural de 1% a 2027 desde 2022. De este modo, nuestras proyecciones fiscales no asumen el cumplimiento de los objetivos de déficits establecidos por la regla.
La Ley de Financiamiento solo logró recaudar $7 billones de los $14 billones que se necesitaban para tapar el hueco presupuestal, ¿se van a requerir recortes adicionales en el gasto?
Sí, sabemos que el Gobierno va a llevar a cabo medidas administrativas para hacer estos recortes de gasto debido a que la Ley que se aprobó en diciembre pasado no recolectó la meta de recaudación. Esperamos un compromiso continuo hacia una administración fiscal sólida, con ajustes de ingreso y gasto, a pesar de los desafíos asociados a la paz, la migración y las rigideces presupuestarias.
Se presentó el anteproyecto del Presupuesto de 2020 en el que se prevé un recorte de $12 billones, ¿cómo impactaría esta disminución en el crecimiento?
El gasto del Gobierno es solo uno de los componentes del Producto Interno Bruto (PIB), hay que ver también cómo evoluciona el consumo privado, las exportaciones, las importaciones. Nuestra proyección de crecimiento para este año es de 3%, es decir, reconocemos las acciones que pueda dar el Gobierno para recortar el gasto y por eso somos más cautelosos.
¿De dónde se debería recortar? ¿Se necesitará otra tributaria a futuro?
En Colombia, el gasto mantiene una estructura inflexible. Sin embargo, nosotros no damos consejos (...) Ya se ha hablado de que Colombia precisa reformas a futuro en cuanto a pensiones, salud, subsidios, con las que se podría flexibilizar el gasto con una eficiencia que contribuya a consolidar esa senda fiscal.
¿Qué tanto les preocupa el nivel de deuda?
Proyectamos que la deuda del gobierno se mantenga en 39% del PIB. Esperamos que se tomen las decisiones para mantenerla estable.
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