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LR conversó con la Dimar sobre las acciones que están en la hoja de ruta para impulsar la economía azul y la ley de abanderamiento
Con la sanción de la Ley 2133, con la cual se establece el régimen de Abanderamiento de naves y artefactos navales, que busca impulsar el desarrollo en 47 municipios costeros y mejorar medidas como el registro único nacional de naves, o eliminar la escritura pública como documento de compraventa de embarcaciones, se abre un nuevo camino en el que el objetivo es que Colombia deje de darle la espalda al mar.
En ese contexto, LR dialogó con el vicealmirante José Joaquín Amézquita García, director general Marítimo de la Dimar, quien resaltó el beneficio, los planes, objetivos y metas, que el Gobierno Nacional se ha planteado para que los mares sigan siendo canal para la conservación de la vida, una fuente de recursos, un medio regulador ambiental, y una herramienta clave para la actividad comercial.
¿Por qué Colombia sigue de espaldas al mar?
Colombia ha dado un giro importante hacia el mar y hoy por hoy nos encontramos con un país que mira más sus mares. Esto se evidencia en la inclusión de la región océanos en el más reciente Plan Nacional de Desarrollo y en documentos de política pública como el documento Conpes 3990 Colombia Potencia Bioceánica Sostenible 2030, aprobado justo en 2020, que tiene como objetivos y plan de acción abordar la gobernanza interinstitucional oceánica; la soberanía, defensa y seguridad integral marítima; el conocimiento, la investigación y la cultura marítima; el ordenamiento y gestión de los espacios costeros e insulares, y el desarrollo de las actividades marítimas y los municipios costeros.
¿Cuánto le aporta el mar al PIB local y cómo potenciarlo?
De acuerdo a la medición realizada por el Dane, para los años 2017 a 2019 el aporte correspondiente a las actividades marítimas y conexas fue de 5,8 % en promedio, pero si solo se tienen en cuenta las actividades marítimas el promedio fue de 0,48 %. Para refinar este cálculo, en el marco del Convenio Dimar-Dane trabajamos en el diseño de la Subcuenta Marítima del PIB, ya que el cálculo actual no cubre todas las actividades marítimas y conexas. Para mejorar estas cifras hay que dinamizar el sector, lo que se traduce en objetivos como la creación de programas de desarrollo de la maricultura como alternativa para el desarrollo de los municipios costeros.
¿Pueden ser los ríos colombianos nuevamente canales de comercio?
Cuencas como las del Orinoco y Amazonas tienen un gran potencial, si bien atraviesan zonas poco pobladas y con mucho espacio para el desarrollo productivo, pueden convertirse en vías de interconexión regional con los países fronterizos, vinculando el mar Caribe y el océano Pacífico con las rutas marítimas mundiales. Su avance se puede dar al incorporarlas a las políticas fluviales, promoviendo corredores y plataformas logísticas, con el fin de lograr un desarrollo integral de la estrategia fluvial del país. En el país la movilización de carga a nivel nacional, de acuerdo al modo de transporte utilizado, es terrestre en un 73%, férreo 25,5% y fluvial 1%.
¿Es mito o realidad que pescamos menos que Bolivia?
Definitivamente es un mito. Basta con revisar las estadísticas de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) sobre pesca, tanto de captura como de acuicultura. Es cierto que Colombia por ser un país tropical cuenta con pesquería multiespecífica y por la oferta de recursos marinos no alcanza los niveles de captura que logran nuestros vecinos en la región como Ecuador, Perú y Chile, países que con un solo recurso, como la sardina o el jurel, entre otros, alcanzan millones de toneladas.
Sin embargo, Colombia cuenta con una flota registrada, autorizada y activa ante la Comisión Interamericana del Atún Tropical con una capacidad actual de acarreo en sus 12 barcos atuneros de 12.744 m3.
¿Por qué no tenemos industria marítima, marineros, pesqueros o astilleros?
Sí existe industria marítima, siendo oportuno precisar que lo que se requiere es su fortalecimiento, aprovechando la posición geoestratégica del país y la potencialidad de contar con dos mares y una gran extensión de ríos navegables. Con relación a los pesqueros, si bien es cierto que nuestra flota pesquera se ha reducido notablemente por razones eminentemente económicas, se espera que con la entrada en vigencia de la reciente Ley 2133, sancionada en agosto del presente año, se incentive el abanderamiento de naves en Colombia y se fortalezca este importante sector de la industria marítima.
La industria astillera ha venido recobrando capacidades que se fueron perdiendo en las últimas décadas del siglo pasado, mejorando las capacidades de levante, es decir de sacar buques del agua, así como las competencias para mantenimiento y reparación.
¿Qué papel juega Colombia en la seguridad marítima en el Caribe y Centroamérica?
Jugamos un papel importante y estratégico, pues al instalar infraestructura para la seguridad integral marítima para las aguas de Colombia se genera un escenario de seguridad que repercute en el Caribe y en el Pacífico Este Tropical.
El esquema se desarrolla orientado principalmente a la protección de la vida humana en el mar, con equipos y tecnología centrados en la recepción de alertas provenientes de los buques cuando tienen emergencias. Esta señal la recibimos vía satélite, con la posición e identificación de la nave en riesgo, para actuar con otros buques que se encuentren en el área o con el Cuerpo de Guardacostas y el resto de buques y aeronaves de la Armada Nacional.
¿Cómo es la relación que existe con la OMI?
Nuestro país hace parte del OMI desde el año de 1974 y de esta ha aprobado trece convenios internacionales marítimos que son los que soportan el actuar de la Autoridad Marítima Colombiana en aspectos como la seguridad de la vida humana en el mar, la protección del medio marino y la facilitación del tráfico marítimo internacional. Es en este sentido que participamos de manera permanente y activa en todas y cada una de las reuniones que se llevan a cabo dentro de esta agencia especializada de Naciones Unidas. De manera particular, podemos contar que tan solo este último año y medio hemos presentado alrededor de 11 documentos de propuestas, informes y cooperación en buenas prácticas, haciendo que nuestra presencia cobre cada vez más visibilidad.
¿Debe haber un ministerio de exclusividad marítima?
No se considera que sea conveniente, ya que responsabilidades sobre los recursos del territorio marítimo están en cabeza de ministerios ya existentes: minero-energéticos (renovables y no renovables) en cabeza de Ministerio de Minas y Energía y sus entidades descentralizadas como ANH-ICP; los recursos hidrobiológicos en el Ministerio de Agricultura; el comercio, el turismo y transporte marítimo articulado entre los ministerios de Comercio Industria y Turismo, el Ministerio de Transporte y sus entidades descentralizadas, etc.
¿Debe haber un solo departamento en el litoral Pacífico?
A pesar de compartir muchos elementos en términos de la problemática socioeconómica, el andén Pacífico presenta diferencias en las regiones, que requieren un tratamiento diferencial. La oportunidad está en programas integrados que de manera focalizada atiendan los retos de los municipios costeros, capitalizando esfuerzos del nivel nacional y regional.
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