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Economistas hablaron de efectos en temas como las cuentas fiscales y sociales al mediano plazo
Esta semana concluyó con una de las noticias económicas más importantes de Colombia, pues tras siete años el país entró formalmente a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), también como el club de las buenas prácticas.
En mayo de 2013, el ahora expresidente Juan Manuel Santos recibió la invitación para que el país iniciara el proceso de admisión a uno de los bloques más grandes del mundo, que entre otras cosas representa 45% de la economía global. Y finalmente, el hoy Jefe de Gobierno Iván Duque, celebró que Colombia es el país número 37 del bloque.
Pero ya que es oficial surgen comentarios de diferentes sectores sobre lo bueno, lo malo y lo feo que implica que Colombia esté dentro del también llamado “club de países ricos”.
Lo bueno
Uno de los primeros en reaccionar luego de recibir la noticia del ingreso a la Ocde, fue el exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien recordó que fueron años en los que hubo reuniones entre cada una de las comisiones técnicas del organismo, los cuales “revisaban con lupa” el estado de Colombia.
“El país podrá impulsar mayores reformas con sustento técnico internacional necesarios para reforzar la economía, por ejemplo con base en recomendaciones de ellos se logró reforzar a superintendentes como el Superfinanciero para mayor vigilancia a los conglomerados, eso ya fue un efecto. El acceso a la Ocde es conocer qué problemas hay, y ver qué sugerencias hay entre varios países para mejorar. Colombia ya hoy se sienta a discutir las políticas globales y a ser parte de esa conversación”, dijo Cárdenas.
Ligado a esto, el también exministro José Antonio Ocampo, dijo que dentro de esos puntos buenos está que “Colombia podrá tener una medición con pares por los casi 30 comités técnicos que tiene la Ocde. Eso permite que haya una mejor autoevaluación del desarrollo, la economía y el avance social. Un país necesita constante medición para pensar cómo reaccionar a futuro”.
A nivel comercial, el economista y expresidente de Anif, Sergio Clavijo, comentó que “el país tendrá mayor visibilidad para la inversión extranjera, y una oportunidad para que haya más negociación entre locales con potencias del mundo. Además tendrá un respaldo de calidad en procedimientos comerciales clave para exportaciones”.
De hecho, algunos académicos recordaron que cuando Chile y México ingresaron a la Ocde, el nivel de exportaciones creció por encima del promedio de los últimos años previos, a no ser parte del bloque, por lo que hay una apuesta comercial por el hecho de estar allí.
Lo malo
Aunque Ocampo también reconoce que son varios los puntos con los que estar en la Ocde favorecerá a Colombia, agregó que hay temas a tener en cuenta. Por ejemplo, un reparo es que “Colombia puede dejar de ser visto como un país en desarrollo por algunos socios como Brasil y eso podría generar problemas políticos y ojalá no comerciales”, dijo.
Lo feo
Durante el tiempo que tomó lograr el ingreso a la Ocde, partidos políticos y líderes sindicales manifestaron su inconformismo con que se “comprometa a Colombia” a estar bajo estándares de potencias del globo. De hecho, en el Paro Nacional de finales de 2019, esta era una de las exigencias que hacían manifestantes: el retiro del bloque.
Para el senador Jorge Enrique Robledo, el efecto de entrar a la Ocde es “el de una mayor presión por reformas tributarias que ponen en riesgo el de mayores impuestos para las personas”. Similar a lo que dice Julio Roberto Gómez, presidente de la CGT, quien asegura que “traerá cambios en los derechos sindicales y modificaciones al sistema laboral como reformas a las pensiones”.
Recordó que el informe de la Ocde de 2019 dice que se debería subir la edad de jubilación.
Las actividades económicas que más contribuyeron al valor agregado incluyen las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación, así como otros servicios
En el documento se lee que el aumento al salario mínimo es un incremento importante frente a la inflación proyectada para el 2024
A su vez, instan en que el Gobierno debe tomar una decisión consecuente con las metas que tiene el país en reducción de inflación