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Aunque el pollo tiene 40% del volumen de ventas en el país y es en un 90% la proteína animal preferida para acompañar los almuerzos, según el más reciente estudio de Fenavi, la carne de res también ha llevado la delantera, con el segundo lugar en ventas. Pero desde hace un tiempo el sector porcícola está trabajando para quedarse con ese puesto y ser la segunda preferida en el plato.
Según cifras emitidas por el Dane, en el último año el sector logró un crecimiento de 10,4% en su participación dentro del PIB agropecuario y un aumento de 12,4% en número animales beneficiados.
Según Andrés Valencia, presidente ejecutivo de Fenavi, “el sector creció 4,4% en 2016 con una producción de pollo que casi llego al millón y medio de toneladas. Unos 12.800 millones de huevos, a pesar de la alta tasa de cambio.”
Carlos Maya, presidente de PorkColombia, dijo que “si vemos los dos últimos años, el crecimiento de la producción en Colombia es casi de 30% y responde a una fuerte tendencia, pues en los últimos seis años, se duplicó”.
El crecimiento, según el líder gremial, se debe en parte a que “el consumidor colombiano está viendo la carne de cerdo no solo como su preferencia en festividades, sino como una opción en el día a día”. Pero la gestión del gremio y el cambio cultural no han sido lo único a favor. Para Carlos Fernando Martínez, coordinador del área económica del Politécnico Grancolombiano, “la carne de cerdo es un poco más económica que la carne de res y cuando tenemos dificultad en nuestros ingresos puede llegar a ser una mejor alternativa.”
El economista toca un tema importante y es el precio, un kilo de chatas está en $21.000, mientras que la misma cantidad, en carne de cerdo, puede costar $12.000, según Corabastos.
Frente a esto José Félix Lafaurie, presidente de Fedegan, aseguró que “solo en la medida que el país modernice su capacidad de transformación y disposición de carnes, y por supuesto mejore desde el punto de vista productivo, la carne de res no seguirá perdiendo espacio frente al porcino y pollo, que es la proteína más barata.”
En 2016 la carne de res perdió 2,6 kilos de consumo por persona, según el último balance de Fedegan, y registró una variación negativa en 5,4% dentro del PIB agropecuario. Sus volúmenes de compra bajaron de 40% en agosto de 2015 a 37% en agosto de 2016, según una investigación realizada por Nielsen sobre consumo de carnes en Colombia.
Maya aseguró que “la carne de res subió un acumulado de 28% de precio, entre 2015 y 2016, y la producción viene disminuyendo de manera considerable. Por lo que es probable que en cinco o seis años se consuma más cerdo que res.”
El pescado, una carne que no deja de dar la pelea
El consumo per cápita de pescado es de 6,8 kilos anuales, una cifra que ha aumentado considerablemente, desde su punto más bajo en el año 2000 donde llegó a los 3,6 kilos. Y aunque en Semana Santa el consumo se cuadruplica y quintuplica, según Otto Polanco, director general de Aunap, esta carne sigue siendo la menos consumida en el país con un volumen de compra de 4% a agosto de 2016. Sin embargo Polanco afirmó que “antes los precios del pescado eran inalcanzables, pero hoy en día el colombiano tiene más acceso al pescado. La gente de estrato 1 y 2 puede fácilmente adquirir estos productos y porque el pescado es más fácil de digerir.”
Las opiniones
María del Carmen Otero
Gerente General Granja El Paraíso SAS
“Queremos llegar a los 10 kilos en consumo per cápita anual y esperamos duplicar nuestras hembras de cría. Tenemos alrededor de 500 y vamos a pasar a 1.000 en 2017”.
Jaime Liévano
Gerente La Fazenda
“El año pasado crecimos en carne de cerdo 23% y este año esperamos 42%. Pero no se prevé mucho aumento en la oferta porque veníamos de dos años malos”.
A su vez, instan en que el Gobierno debe tomar una decisión consecuente con las metas que tiene el país en reducción de inflación
A pesar de avances importantes, los desafíos en seguridad y movilidad resaltan la necesidad de fortalecer políticas integrales
El personal ocupado por estas unidades económicas disminuyó 1,1%. Respecto a los ingresos de los micronegocios disminuyeron 5,2% en este mismo intervalo de tiempo