Los ganaderos desmienten el uso de esteroides en la producción nacional bovina

El resultado positivo en el control antidopaje del tenista Robert Farah, por la presunta presencia de Boldenona en su cuerpo, puso sobre la mesa la discusión alrededor de los productos químicos que se utilizan en Colombia para engordar a los animales. Aunque de entrada las versiones iniciales apuntaban a que este esteroide se usaba desde hace varios años en la producción bovina nacional, los ganaderos y autoridades agropecuarias desmintieron dichas versiones y aclararon que “en Colombia el ganado se engorda con pasturas naturales”.

Las explicaciones de los gremios se dieron luego de que se argumentó que en el país se utilizaba esta práctica para aumentar la masa muscular no solo de las vacas, sino hasta de los pollos. La Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan) advirtió que en más de 95% de las reses se usa pasto o suplementos naturales para el engorde, una situación que, para ellos, descarta el uso de esteroides.

“Si hay una carne sana es la carne colombiana porque es obtenida a base de pasturas naturales (...) El uso de anabólicos es muy reducido. Por lo general, este tipo de anabólicos se utiliza más en los corrales de engorde, por ejemplo, en los Estados Unidos en donde prácticamente 95 % de la carne que se come allá viene de confinamiento”, explicó José Félix Lafaurie, presidente de Fedegan.

La misma opinión la compartió el presidente de la Nueva Federación Ganadera, José David Barrera, quien advirtió que “desde hace años se ha depurado el uso de Boldenona en el ganado. Se vienen haciendo controles con los afiliados para que no se utilicen este tipo de químicos. A las reses se les suministran elementos naturales como las sales, los minerales mayores y menores, y se les dan los derivados de la palma y la panela, como la melaza”.

Barrera confirmó que con estos componentes los ganaderos preparan suplementos que ayudan al engorde de los animales sin necesidad de recurrir a medicamentos o químicos. De hecho, confirmó que el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) viene adelantando trabajos para que en las fincas se garanticen las buenas prácticas ganaderas.

¿Qué dicen las autoridades?

Si bien en el mercado ya hay 59 productos registrados por 44 empresas para el engorde de animales, el Instituto Colombiano Agropecuario dio a conocer que, tras unos muestreos realizados desde julio de 2016 hasta diciembre de 2019, “no se ha confirmado presencia de Boldenona mediante pruebas confirmatorias en predios de producción primaria”.

De acuerdo con la entidad, el Invima ha analizado un total de 1.030 muestras para Boldenona, de las cuales, durante el estudio realizado en el periodo correspondiente a julio de 2016 hasta junio de 2017, “solamente se encontraron dos muestras”. Es decir, “0,2% presentaron resultados confirmatorios de residuos de esta sustancia, cuyos valores fueron de 2,2 microgramos y 3 microgramos de Boldenona por kilo de carne”.

Ante el posible uso de este esteroide en las reses, Deyanira Barrero, gerente general del ICA, señaló que “es importante aclarar que la presencia de Boldenona en las fincas productoras de ganado bovino no implica la presencia de la sustancia en la carne para el consumo humano, si se aplican los tiempos de retiro establecidos en las indicaciones del uso de los productos. El tiempo de retiro para el caso de la Boldenona es de 30 días”.

Por ello, las autoridades advirtieron que, tras dicho los análisis reportados, hay que “inferir que los ganaderos colombianos, en su mayoría, están respetando el tiempo de retiro en el uso de este producto”.

¿Las importaciones afectan?

Pese a que no hay un sustento técnico o científico que compruebe que las importaciones de carne estarían trayendo al mercado producto con esteroides, Fedegan advirtió que “en Colombia la gente está consumiendo carnes que, por los tratados de libre comercio, están llegando de Canadá, Estados Unidos, Argentina, donde sí usan corrales de engorde y usan anabólicos”.

Hay expertos que señalan que a esta situación se le debe sumar la carne que resulta de mataderos ilegales, pues, así como está expuesta a problemas sanitarios, también podría sufrir por el uso de químicos de engorde como esteroides y anabólicos, sin que haya control de parte de las autoridades.