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La tierra legalizada para las comunidades equivale a 44% de la extensión de Cauca, calculadoa en un casi 3 millones de hectáreas
El pasado 23 de julio en redes sociales se empezó a ver cómo indígenas que recorrían terrenos privados en el Cauca, bajo la premisa de “restitución para nuestros pueblos”, invadían fincas agroindustriales. Fueron más de 100 personas que se desplazaron hasta terrenos de El Tetillo, municipio de Padilla, Cauca, con lo que se revivió un tema que los últimos cuatro años ha sido constante: De quién es la tierra en el Cauca y cómo las comunidades indígenas quieren una redistribución.
Las comunidades fueron insistentes y constantes en un mensaje “merecemos más tierra”, mientras trabajadores de las fincas azucareras se oponían a la invasión. El tema caló tanto que este fin de semana el presidente electo, Gustavo Petro, dijo que “invito al movimiento indígena, a Asocaña y a los movimientos sociales del norte del Cauca a iniciar el primer dialogo regional de Colombia por la Paz”, lo que para muchos fue el génesis de una mesa entre ambas partes para tratar el tema de tierras.
Hablar de cuánta tierra podrían recibir los indígenas en el Gobierno Petro, o si los ingenios azucareros perderían, es algo incierto en el papel, pues todo dependerá de las políticas que implemente esa administración. Lo único hoy cierto jurídicamente es con base en datos del Observatorio de Tierras Rurales de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), sobre el total del Cauca que se extiende por casi 3 millones de hectáreas, 1,3 millones ya están tituladas para los indígenas; es decir que significa poco más de 44% de la extensión de ese departamento.
La gran mayoría de esa tierra está titulada para las comunidades bajo el modelo de resguardo indígena, que equivale a un predio que goza de condiciones diferentes a las de cualquier otro terreno, pues no paga impuestos y tampoco puede incluirse dentro de los planes de desarrollo agropecuario de la región, ni mucho menos para el aprovechamiento de temas como la agroindustria.
Asocaña se muestra abierto al diálogo y aseguró que está preparado para hacer parte del diálogo para solucionar los conflictos territoriales. La agremiación afirmó que “estamos listos para iniciar el diálogo regional de Colombia por la paz”.
Justificación de los indígenas
No se termina de identificar cuáles son las comunidades que han participado en las invasiones de algunas zonas del Cauca y puntualmente las de Padilla que empezaron la semana pasada. Esto porque incluso Carmen Gembuel, consejera mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), explicó que de este grupo no hay personas en esa zona, sino de otros. Según ella, en el Cauca son varias las comunidades que merecen tierra.
Pero la líder indígena también detalló que las cifras que hay de repartición y titulación de tierra de la Agencia Nacional de Tierras “no son precisas”, para Gembuel, las 1,3 millones de hectáreas legalizadas a resguardos “son título no solo de un espacio, son títulos coloniales dependiendo de pueblos indígenas, tenemos acuerdos que el Gobierno ha incumplido, en hectárea que no han sido cumplido.
Como Consejo Regional Indígena queremos dialogar por qué el tema de la tierra es un problema”. Finalmente explica que sustenta la petición de tierra en una figura puntual. “¿Qué nos lleva a reclamar? Que tenemos como fundamento esos títulos coloniales que serán puestos sobre la mesa cuando empiecen los momentos de diálogo”, dijo la líder del Cric.
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